Incluso el amor

—Sentí vértigo, tenía miedo, no tenía ni idea de lo que iba a pasar, pero al final cuando todo es incierto, todo es posible. Y más si tú estás a mi lado…

A mayor número de opciones, más tiempo se tarda en tomar una decisión.

Me convertí en una criatura insegura a la búsqueda permanente de aprobación. Y me especialicé en complacer a los demás a la espera de que me quisieran.

Dos almas, dos corazones, dos cerebros que habían conectado de un modo muy especial, sin necesidad de los atributos de sus respectivas identidades de la vida fuera de Internet.

Su error solía ser darlo todo, hasta olvidarse de quién era, de cuáles eran sus auténticos deseos y quedarse tan vacía como su nevera a fin de mes.
Pero esa etapa había terminado, pues llevaba un año de abstinencia dedicando su tiempo y sus energías al amor más difícil de todos, a cultivar su amor propio y su autoestima, y a retomar el contacto con su verdadera identidad.

No obstante, ella era de las que se quedaban con lo bueno y gracias a él había aprendido que no había que cambiar nada para merecer amor. Quien la quisiera tenía que aceptarla con todo, incluido el gotelé del piso que compartía con su amiga Alba.