Me encantan los libros de Gema Samaro, su forma de escribir y ese humor que los identifica y si incluye un gato o una abuela, son lo más. En este caso tenemos a Mica, la gata de Adriana, que es como el narrador de la historia y la cotilla que responde, da consejos, se rie de todos y hace lo que viene en gana, aunque de no ser por ella y su incapacidad de aguantar al pesado de Dimas, Adriana y Marco no se habrían conocido. Lo he leído en un par de horas y además de reírme, he disfrutado mucho de la historia. al único que no he podido soportar es a Dimas y sus frases aprendidas, pero reconozco que sin él no habría historia. |