Pablo y Virginia

El rey es un sol que los grandes y las corporaciones rodean a modo de nubes; es casi imposible que ninguno de sus rayos llegue a ti

Las cosas han variado mucho en el presente; todo se ha hecho venal en Francia; todo es hoy patrimonio de un reducido número de familias, o el acervo de determinadas clases

No hay duda que es a los goces que se propone el amor a los que los hombres deben la mayor parte de las ciencias y de las artes, y que de sus privaciones ha nacido la Filosofía, que enseña a consolarse de todo

He podido resistir a tus caricias, pero no puedo soportar tu dolor

Vos señorita, no tenéis excusa. Es preciso obedecer a la Providencia, a nuestros ancianos parientes, aun cuando fueron injustos

Una joven que ama cree que todo el mundo lo ignora

No conocían otras épocas históricas que las de la vida de sus madres, otra cronología que la de sus vergeles y otra filosofía que la de hacer el bien a todo el mundo y resignarse a la voluntad de Dios

Conocían las horas del día por la sombra de los árboles; las estaciones, por las épocas en que dan sus flores o sus frutos; y los años, por el número de sus cosechas

Virginia cantaba la felicidad de la vida campestre y las desventuras de la gente de mar, a quienes la codicia impulsa a navegar sobre un elemento furioso, antes que a cultivar la tierra que nos da apaciblemente tantos bienes

Me parece entonces que una voz humana sale de la piedra, habla a través de los siglos y, dirigiéndose al hombre en medio del desierto, le advierte que no está solo, que otros hombres, en aquellos mismos lugares, han sentido, pensado y padecido como él