Les mando mi luz y las baño con su resplandor inextinguibles, reuniéndolas a todos para compartir, juntas, nuestra fuerza inagotable.
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Les mando mi luz y las baño con su resplandor inextinguibles, reuniéndolas a todos para compartir, juntas, nuestra fuerza inagotable.
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Yo portaría la corona de serpiente y el mundo se encogería ante mi presencia.
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Había sacrificado todo lo que conocía por un amor tan efímero y pasajero como los arcoiris que se dejaban ver entre la espuma del mar
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Medusa se convirtió en un monstruo para pagar por el crimen de Poseidón. Ahora un hombre alardea de su cabeza, escabrosa y grotesca, para castigar a sus enemigos. Todo el mundo rehuye de ella. Pero los altares de Poseidón sigue recibiendo ofrendas.
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El ritual daba una forma aterradora a la ira y la pena que habían traído a tantas de ellas a este lugar; gritaban y danzaban en su frenesí empapado de la sangre por la noche para poder vivir serenas a luz del día
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Y vamos uno al lado del otro y tal vez creyó que estábamos más unidos que nunca. Pero yo sabía que entre los dos se había abierto un abismo y no creía que él pudiera superarlo. Y yo no estaba segura de querer intentarlo . |
Sus héroes no conocen el amor porque solo valoran lo que pueden medir: las montañas que construyen con los huesos de sus enemigos, los tesoros que ganan y los versos inmortales que se entonan en su nombre. Solo ven la fama y son ciegos a las recompensas que únicamente la vida humana puede ofrecer y que ellos apartan como si fuera basura. Son todos dementes.
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Lo que yo no sabía era que había dado en el clavo con una gran verdad sobre las mujeres: no importaba lo intachable que fuera tu vida, las pasiones y avaricia de los hombres podían llevarte a la ruina y no se podía hacer nada al respecto
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Decidí que, si se daba el caso, yo sería Medusa. Si los dioses me culpaban algún día por los pecados de otro, si me castigaban por las acciones de un hombre, no me escondería como Pasífae. Yo portaría la corona de serpientes y el mundo se encogería ante mi presencia.
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Pasífae. Sémele. Medusa. Y ahora cientos de madres dolientes. El precio que pagábamos por el resentimiento, la lujuria y la avaricia de los hombres arrogantes era nuestro dolor, puro y reluciente como la hoja de un cuchillo recién afilado.
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¿Qué criaturas mágicas podemos encontrar en Gringotts, el banco de magos?