Invasores del Norte: El imperio de los Mogoles I

Alex Rutherford es el seudónimo de un matrimonio, Diana y Michael Preston que unieron sus manos hasta para eso de escribir.
¡Qué bonito es el amor en casa del vecino!

Y de esta bendita (o no, vaya usted a saber) unión, nació Invasores del norte, que, por lo que sé, tiene segunda parte.
De momento, intención de continuar, no tengo.

Y no porque el libro sea malo, que no lo es, sino por no haber superado unas expectativas que, quizás, estaban demasiado altas.

La historia comienza como toda coronación. Con una defunción.
El muerto al hoyo y ¡Viva el rey!

Así es como un joven Babur accede a un reino que todo el mundo cree merecer más que él.
Diversos son los motivos que intentan justificar sus traidores parientes, nobles y demás gentes de buena voluntad, para arrebatarle la corona, pero el común y más cierto, es el de siempre. Poder.

Y cuando esto ocurre, para no faltar a la costumbre medieval, los mongoles se dieron espadazos y algún que otro fuego de artillería que ya empezaba a asomar por aquellas tierras.

La mayor virtud de la novela, son los decorados tan perfectamente descritos, que sientes en tu piel las dificultades climatólogicas de lugares como Samarcanda, Kabul o Indostán, donde frío o calor no conocen la moderación.

Tampoco ayuda sus accidentados terrenos, muy propicios siempre para largos viajes y rápidas emboscadas.

Hasta aquí, todo pinta maravilloso, el libro tiene intrigas, batallas, traiciones y lealtades, y, sin embargo, en diversas fases he sentido cierta desconexión con trama y personajes.

Esto se debe a que la narración tiende a detenerse en cuestiones que nada aportan, intrascendentes y ni siquiera, aprovechables dando la sensación de que ninguna de las cuatro manos estuvieran dispuestas a recortar lo escrito en su borrador.

Los actores que danzan alrededor de Babur, son de poco calado, se dedican a batallar con él, y más allá de esto, pocas o ninguna aportación.

Una obra que aunque disfrutada, se queda en tierra de nadie, o si lo prefieres, en libro del montón.