El jardín de los espejos

La primera trama es la de la actualidad y está protagonizada por Inés, que es contratada a través de una amiga, por una empresa llamada Gaula. Una empresa que la requiere para recabar información y documentación sobre un artista peculiar, entre poeta y cineasta, y poco conocido Román Samperio. Inés, que pasa por apuros económicos acepta encantada, y aún más cuando le pagarán bien y se alojará en una preciosa casa rural de la que será la única moradora. La casa está aislada, pero pertenece al municipio de Aes, en Cantabria, cerca del balneario de Puente Viesgo en pleno valle del Pas. Es conocida como “El jardín del alemán” y será parte importante de la historia. Cuando llega allí se encontrará con su chófer y cámara, Martín que tiene una familia muy peculiar que no tardará en conocer.
Paralelamente, en 1949 conoceremos a Amalia, es una mujer profundamente enamorada, pero que está aterrorizada por la deriva que está tomando su matrimonio. Consigue que la dejen vivir aquella casa, donde vivirá escondida del marido del que huye, Jesús. Es una artista y se relaja pintando, algo que no podía hacer mientras estaba en su casa.

La última de las tramas es la más lejana en el tiempo, ahora la protagonista es Elisa, una avanzada para su tiempo, una fotógrafa de guerra, que encuentra trabajo en el balneario haciendo postales y retratos de los huéspedes. Espera la llegada del amor de su vida, Jim un alemán que conoció en París, él era un apasionado de las cuevas del Castillo, unas cuevas rupestres ancestrales por las que sentía pasión, y ella intuye que allí se reencontrarán. Tras un desagradable episodio en el hotel, también consigue que la dejen vivir en esa mansión durante esa angustiosa espera.
Las tres mujeres serán quienes nos cuenten sus historias, con su propia voz, con sus propios miedos y sus anhelos, sus pasados y el presente lleno de incertidumbres que viven en una casa llena de secretos y de hechos que las hace dudar de si lo que están experimentando es real o no.
Cada una de las tramas se va enlazando con las otras, manteniendo la intriga de forma total, van a ir desfilando personajes peculiares, en cada época, haciendo que les tomemos cariño y asco al mismo tiempo. En todas las situaciones hay personajes valientes y otros que son mezquinos y nuestras mujeres van a estar acompañadas y sometidas a la vez por ellos.
Qué es lo que une a las tres mujeres y de qué forma se conectan sus historias obviamente no os lo pienso contar, para eso está el libro, para leerlo y sorprenderse.
La ambientación en la obra es trascendental, la belleza del valle, sus tormentas, sus nieblas, lo impresionante de las cuevas pintadas hace miles de años y la elegancia sobria del balneario. La experiencia de ver a ese monte de El Castillo, lleno de leyendas y esa aura mágica, con ayuda de la imaginación ha sido maravillosa, porque la autora nos introduce allí de una forma exquisita, sin apabullar con descripciones vacías. Además, se trata de una zona muy especial, con una idiosincrasia muy concreta, donde es perfectamente posible la existencia de esa atmósfera etérea y fascinante que envuelve a sus habitantes y a los personajes.
Los tres personajes femeninos son potentes, mujeres fuertes y decididas que a pesar de que el destino les ha proporcionado unos inicios duros, ellas han sabido reinventarse, resurgir y buscar un futuro muy diferente del que podrían haber pensado. Las decepciones forman parte de sus huellas de vida y a pesar de todo consiguen sobreponerse y luchar.
En definitiva, se trata de una gran novela, escrita de forma deliciosa, que te envuelve con su magia y que te mantiene en un sinvivir hasta conocer las razones del cómo y el porqué las tres protagonistas están vinculadas. Todo un acierto que se va a colar entre mis grandes lecturas de este año. Muy recomendable.
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Cuando me llegó este libro, y leí su sinopsis, me llamó la atención, porque me chiflan las novelas en las que sus protagonistas son mujeres, de esas que dejan huella, por ese halo tenebroso que ya destila lo que nos cuenta la contraportada, por unos personajes que prometían mantenerme pegada a las páginas.. Pero tengo que reconocer que ha sido una lectura un poco más complicada de lo que pensaba. Y es que se trata de una novela que no se puede leer a medio gas, tienes que tener todos tus sentidos en ella. No se puede leer con ruido de fondo, con gritos de chiquillos o cuando tienes un poquito de sueño, justo todo lo que a mí se me junta. Es por eso que me ha costado un poco. Avisado quedas lector: Esta novela te pide toda tu concentración.

El Jardín de los Espejos comienza dándonos a conocer a Inés, que viajará a Cantabria, concretamente a Puente Viesgo, por cuestiones de trabajo, para hacer una búsqueda de la obra de un autor maldito que anduvo en esos lares. El trabajo le paga el hospedaje: una casa rural que luego sabrá que es la llamada Casa del Alemán. Nada más llegar conoce a Martín, un hombre tosco y misterioso, y a su familia, y comenzarán a suceder cosas extrañas y misteriosas, a la vez que van realizando su trabajo y ambos se van dando cuenta de que nada es fruto de la casualidad, que la Casa del Alemán encierra muchos secretos y un misterioso cuadro que hay que investigar.

A continuación vamos a pasar a conocer a Amalia, artista malograda, que en 1949 llega a la misma Casa del Alemán, en circunstancias muy dramáticas, huyendo de alguien que la aterra y de ella misma, de sus circunstancias y de algo que la acompaña. Y por último, vamos a conocer a Elisa, que en la Casa del Alemán espera, en el año 1919 el retorno de su gran amor, que está luchando en la Primera Guerra Mundial. Son tres las mujeres que compartirán espacio, y aunque a priori parezca que distintos tiempos, se abrirán brechas en sus vidas y su unirán sus lazos vitales, haciendo que coincidan aunque a ellas, y a nosotros, nos parezca algo imposible.

Como ya os he dicho, me costó un poco adentrarme en la novela. Pero una vez que sientas las bases de la historia de cada una de estas mujeres, lo que arrastran, ese pasado malogrado que las acompaña, esa herencia de lazos familiares, especialmente maternos, rotos, cada vez se pone más interesante. Iremos encontrando un capítulo de cada una de estas mujeres, Inés, Amelia y Elisa nos irán contando lo que les ocurrió, como llegaron a esa casa que es una protagonista más de esta historia, junto con un reportaje, una cámara y sus fotos y un cuadro, e iremos conociendo a estas mujeres inolvidables, todo rodeado en un halo de misterio, misticismo y hasta por momentos tenebroso que el lector al que le guste este tipo de atmósfera disfrutará muchísimo, porque la autora sabe adentrarnos en esta atmósfera hasta que sentimos que nos rodea.

Cada una de las protagonistas nos cuenta su historia, es pues, una narración en primera persona y a tres voces, algo que nos puedes parecer enrevesado, pero realmente como cada capítulo indica quien lo narra no hay problema. Me gusta encontrarme la historia de mujeres que son artistas, que crean, cada una en su ámbito, que son fuertes, decididas y que pese a lo que les ha pasado, saben recomponer su alma.

Ya sabéis que me gusta investigar los parajes en los que se sitúa una novela. Si tuviera dinero y tiempo y se pudiera viajar libremente, me haría una ruta para visitar los escenarios de los libros que más me gustan. Afortunadamente, tenemos al Señor Google, que nos ofrece panorámicas de Puente Viesgo, lugar donde se desarrolla la historia y donde está ubicada la Casa del Alemán. También el balneario que aparece tanto en la novela, donde iban a curarse sus males la gente famosa de la época, en la historia de Elisa, y que aparecerá varias veces a lo largo de la novela. Sin duda una ubicación la de esta tierra muy bien pensada, porque la zona ya en sí misma, tiene ese halo sobrenatural, como de cuento de Hadas, y en este caso no es una cuento de Hadas, pero si de druidas, de brujas sabias, de curanderas, de mujeres que tienen visiones y que ayudarán a nuestras protagonistas a superar sus dudas y terrores. Evidentemente, la famosa Cueva El Castillo tampoco está elegida al azar, ya que alrededor de ella, sus pinturas, sus primeros habitantes, girarán muchas páginas de la novela. Afortunadas las personas que han podido visitar todos estos enclaves!

En cuanto a la pluma de la autora, tengo que decir que nos ofrece una prosa lírica, muy visual y vivo, puedes imaginarte las escenas perfectamente. Puedes visualizar esos "encuentros" y disfrutarlos. También vamos a encontrar algunos toques de humor, sobre todo con las escenas de Inés con la familia de Martín, algo que ayuda a rebajar un poco la tensión, la incertidumbre y el dramatismo que flota en el ambiente.

Para acabar, porque este es un libro que tienes que ir descubriendo tú mism@ como lector, te diré que si te gustan las historias con toques sobrenaturales, en las que tienes que ir desgranando los secretos para poder luego hilvanarlos y unirlos y descubrir no una, sino tres historias de mujeres que en ocasiones te dejan con un nudo en la garganta, que te van a conmover, ensalzadas como mujeres creadoras y artistas, con un desenlace que no decepciona para nada, te hagas con tu ejemplar de El Jardín de los Espejos.
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Aunque tenemos a tres personajes principales en tres hilos temporales diferentes, con sus propias historias, la gran protagonista de esta historia es una casa llamada El jardín del Alemán. A esta llegarán Inés, Amalia y Elisa, en tres épocas diferentes y donde sus historias se entrelazarán.

Desde que vi este libro entre las novedades me llamó mucho la atención ya que este tipo de historias suelen gustarme mucho, aunque es cierto que siempre les tengo un poco de miedo por si hay alguna trama del libro que me enganche más que otra. Además, el entrever antes de empezar que todo giraba alrededor de la casa ya hizo que me llamase aun más.

Cuando lo tuve en mis manos lo empecé y sinceramente, no sé si por el momento en el que estoy, me costó un poco meterme en lo que la autora me estaba contando. En el caso de los capítulos de Inés, que es nuestro personaje de la actualidad, no, pero en los de Amalia y Elisa tuve que releer varios fragmentos ya que sentía que no me estaba enterando de todo. Eso hizo que fuera más lenta de lo normal leyendo y que se me quedara una espinita por ello aunque conforme avanza el libro fue enganchándome más.

Tanto Inés como Amalia y Elisa me han gustado mucho. Como decía más arriba tenía miedo de que alguna de ellas me llamase más que las otras pero una vez metida en la historia he disfrutado de todas ellas, metiéndome, ya sí, en todo lo que nos cuentan. No podría quedarme solo con una, ya que las tres son necesarias para el desarrollo de esta historia.

Y en ese sentido tengo que felicitar a la autora ya que en mi opinión ha sabido hilar muy bien las tres historias. Hay momentos que parece que va a ser difícil que todo tenga sentido pero llegado el momento todo cobra sentido. Además, su forma de escribir, en general, me ha gustado mucho y probablemente repita cuando me vaya encontrando más libros de esta.

Otra cosa que me ha gustado mucho es la ambientación y las descripciones, ya que no solo nos describe perfectamente todo sino que también consigue meternos la tensión en el cuerpo tal y como lo sienten los personajes.

Si al principio me costó un poco meterme en la historia, lo que hizo que me quedara esa espinita que comentaba, y llegado un momento esta me enganchó, a mitad me volvió a pasar lo mismo que al principio. Y esto por desgracia sí que lo he arrastrado hasta el final. No sé exactamente qué fue lo que me sacó de la historia porque no podía estar más enganchada un poco antes pero en cuanto me pasó esto me costó un poco seguir.

Ojo, esto último que digo no tiene porque pasaros a vosotros. Seguramente no era el momento para este libro por lo que me cuesta concentrarme. Así que os animo que le deis una oportunidad ya que solo por conocer a nuestras tres mujeres y sus historias ya vale la pena leer este libro.