Donde las calles no tienen nombre

Es una historia que te hace apretar los dientes de rabia.
Una protagonista sumisa, a la sombra de su madre.
Una madre que sólo cree en las apariencias.
Un padre que desentona con el resto de la familia.
Unos hijos, tan distintos que son iguales.
Y una familia con un pasado oscuro.
Y por el camino encontraremos "daños colaterales".
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Veremos la evolución del personaje de María.
Ella es la protagonista de la novela y veremos cómo se encuentra a sí misma y, cómo con ello, logra dar con la verdad.
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Con capítulos cortos nos va narrando una historia muy adictiva, muy amena y muy dura en ocasiones.
Con giros inesperados.
Una trama llena de intrigas y con personajes muy carismáticos.
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Si he de quedarme con algún personaje quizá sea, María por descontado, con Alberto.
Y si he de odiar, profundamente, a algún personaje me quedo con la señora madre, Doña Pilar, y con Javier, el hermano de María.
Suelen decir que de tal palo tal astilla, ¿no? Pues he aquí un ejemplo.
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Sólo puedo deciros que me ha encantado volver a leer a Mónica y que, llegado su final, se me ha desbocado el corazón leyéndolo.
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Un final completamente inesperado por mi parte.