Lejos: Historias de gente que se va

En este libro del escritor limeño, los personajes se mudan de país, convierten su viaje en una fuga, lo toman como una forma de aprendizaje o sólo desean perderse de vista. Es gente que se va buscando lo que no encuentra en su entorno, la insatisfacción los impulsa a una aventura, y los propios amigos les piden que no regresen a Perú porque allí el caos no se detiene nunca. Si el sueño americano está vinculado con el éxito económico, aquí el sueño europeo se relaciona con formar parte de la escena cultural. Sean uno de estos soñadores o no, será difícil que los lectores no vean parte de su propia biografía reflejada en cualquiera de estos relatos, escritos con una gran fuerza emotiva y la precisión de un Roncagliolo que ha sabido detectar las flaquezas del ser humano, sin ser ajeno a sus risas y la reconciliación con el mundo que habita en suerte o desgracia. Por ejemplo, en Depredador Elena es una mujer soltera que cumple cuarenta años y rememora los traumas de su infancia, la intolerancia de su madre hacia
ese mundo paralelo de juguetes que creó y, mientras, se pregunta qué ha pasado en general con su vida, quién es aparte de una persona atascada en la mediocridad. El pasajero llega la muerte, por su parte, es un relato fantástico lleno de humor, con una voz desde el más allá en la que los personajes son aquellos que se han quedado al margen, ya sea por decisión propia o por las obligaciones de una sociedad que está diseñada sólo para la vida en pareja.