Caléndula: Crónicas de la Nueva Tierra: Parte II

El final de la bilogía “Crónicas de la Nueva Tierra” ha sido incluso más apasionante que una primera parte que ya nos ofrecía una historia poco convencional en torno a un mundo distópico con numerosos elementos interesantes; especialmente los que se refieren a la existencia de los mutados y mestizos además de los humanos, y todas las consecuencias derivadas de esta circunstancia. En “Caléndula”, Becky Rojo nos ofrece mucha más acción pero siendo fiel a una estructura que ya nos presentaba en “Libélula” y que nos mostraba con detalle todas los conflictos sentimentales de unos protagonistas que ahora veremos muy cambiados por el peso de los acontecimientos del final del primer libro.

Tras obtener los planos de la máquina del tiempo, Vera, Calem y Kleiff deben huir del sector mutado para reunirse con el resto de rebeldes del Proyecto Sol. Mientras tanto, el presidente de este sector virará hacia una posición aún más extremista basándose en la pureza de la sangre mutada y en la expulsión de los mestizos con menor porcentaje de la misma. Con este contexto de fondo y los efectos de un compuesto denominado Mementium que pretende utilizar para la creación de un ejército especialmente eficaz por su particularidad, los miembros del Proyecto deberán apresurarse en la culminación de la máquina que podría evitar que se hubiese llegado a este punto.

Reconozco que me ha parecido detectar una estructura argumental similar a la hallada en “Libélula”, con una primera parte del libro más centrada en las historias sentimentales entre los protagonistas y en la gestión del duelo que arrastran por los acontecimientos de este primer libro; y una segunda parte que condensa en mayor medida toda la acción. Respecto a la parte sentimental, la autora sigue expandiendo los horizontes de las relaciones entre los personajes incluso hacia rumbos poco esperados y dejándonos de nuevo muy claro que no vamos a encontrar enredos convencionales entre sus páginas. Además, tenemos ya unos personajes mucho más maduros y yo diría que incluso más centrados en la acción; todos han tomado consciencia de la relevancia y las consecuencias de su rebeldía frente al sistema establecido.

Respecto a la acción, especialmente las últimas páginas no nos dan tregua y me ha parecido muy interesante el efecto del Mementium como uno de los puntos fuertes en torno al imaginario de la crueldad de los líderes mutados (algo en lo que se he incide en mayor medida en esta obra). Sí reconozco que es un mundo tan interesante y peculiar el que construye la escritora, que algunos acontecimientos finales me han resultado un poco acelerados. Debemos conceder que, cuando se juega con el tiempo, es complicado que las tramas no caigan en alguna paradoja y creo que la autora ha optado por un rodeo en este sentido concediendo, eso sí, el mérito de un final de lo más singular y especialmente agradecido para la que escribe.