La huella del mal

-¿Piensa como yo que la crueldad es el precio que hemos pagado por la inteligencia?

-¿Y por qué no el sentido del humor?

-Bueno, en ocasiones es lo mismo, ¿no cree?

-La crueldad y el sentido del humor son la mezcla del instinto con la inteligencia. Algo revolucionario en la evolución.

A algunos seres humanos les encanta jugar a ser Dios. Y esos son los más peligrosos.

He visto tantas cosas… asesinatos por pura violencia, por venganza, por drogas, por dinero, por celos. La influencia de la sociedad puede ser importante, pero no basta, tiene que haber algo perverso en la naturaleza del ser humano.

A algunos seres humanos les encanta jugar a ser Dios. Y esos son los humanos más peligrosos.

Hoy os vengo a hablar de mi última lectura, hace apenas unos días que terminé esta fascinante novela de la mano de Manuel Ríos, que Planeta publicó en junio de este año.
Desde la primera página, Manuel nos inmiscuye en la historia, haciéndonos cabida en pinceladas históricas de la mano de nuestros antepasados. Soy una fan acérrima de la novela negra, y más cuando tiene referencias a mi tierra, Salamanca.
Con una trama policiaca que se desarrolla a lo largo de la novela, podemos comprobar que también se centra en el crecimiento de sus dos protagonistas.
Si tuviera que puntuar esta novela, no me quedaría corta, ya que estoy deseando que continúe la saga, y poder descubrir más acerca de la inspectora Silvia y de Daniel.
Para concluir, os cito una frase de la novela que me parece sencillamente brillante:
A algunos seres humanos les encanta jugar a ser Dios. Y esos son los humanos más peligrosos
Espero que la disfrutéis igual que yo.

El instinto de la violencia se esconde dentro de nosotros, en lo más profundo, agazapado. En el ADN, en el alma. Cada uno puede llamarlo como quiera, pero la realidad es que está presente, que no se puede eliminar sin matar la esencia del ser humano. Es primitivo, atávico, esencial. Existe desde hace millones de años. Es el misterio que nos define. Y tan solo debemos esperar a que la rabia o el dolor lo despierten. O la envidia. O el miedo. O la lujuria. Y entonces…

La violencia es fruto de la selección natural, contribuyó a traernos hasta aquí,aunque ahora nos avergoncemos de ella y no sepamos bien cómo manejarla. Pero la violencia está, literalmente, en nuestro ADN.
Empatía y violencia, ambas presentes en nuestro ADN. El ser humano frente a su destino, frente a la muerte. ¿Es eso lo que nos hace realmente humanos?

—¿Qué nos impulsa a seguir vivos y a no dejar de luchar? —preguntó ella.
—Tal vez el temor. El mismo que sintieron estos primeros humanos al ser conscientes de sí mismos —respondió Daniel señalando las excavaciones—. Tal vez siempre haya sido igual. Lo que nos da miedo en la vida es que se mueran nuestros seres queridos. Morirnos nosotros.

¿No te sorprende que clasifiquemos a las víctimas según su propia familia? —preguntó Silvia reflexionando sobre la cuestión—. Me parece injusto, escomo si las chicas o sus familias tuviesen la culpa de sus muertes.