—No tengo tanto mundo como otros, señor Reed—le dije; nuestras puntas de los dedos se rozaron en el lomo del libro—. Pero, si algo sé, es que el honor y la riqueza no van unidos necesariamente.
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—No tengo tanto mundo como otros, señor Reed—le dije; nuestras puntas de los dedos se rozaron en el lomo del libro—. Pero, si algo sé, es que el honor y la riqueza no van unidos necesariamente.
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La situación con el señor Boyle me había enseñado que a menudo una palabra sincera causa menos problemas que dejar pasar las cosas sin más con la esperanza de que al final llegue el mejor resultado.
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(…) Mi madre se preocupaba innecesariamente por cosas que me parecían completamente secundarias. Creía que casarse y tener un hogar propio debía ser la mayor aspiración de una joven. No era mi caso. Y si acababa sin marido, ¿qué importaba? Tal vez no sería rica. Puede que no tuviera coche propio ni pudiera permitirme un armario nuevo cada medio año, pero la biblioteca pública era gratuita; seguro que ahí sería más feliz que con un marido aburrido en una casa demasiado ostentosa. |
Es por ti. ¡Quiero que vuelvas, no puedo vivir sin ti!
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Los seres humanos cometen atrocidades, pero no tiene nada que ver con su orientación religiosa, sino con que son seres humanos.
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En este mundo, hay cientos de idiotas que perderían la cabeza por usted
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Ella me obligaba a pasar horas interminables y aburridas en celebraciones y bailes en los que solo mantenía conversaciones monótonas. La mayoría con personas que se consideraban cultas porque un día vieron un libro por fuera y que no hacían más que burlarse de las desgracias ajenas. Y pensar que podría estar en mi butaca, leyendo los pensamientos de las mentes más brillantes.
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Una mujer que exige a su amado que renuncie a lo que más desea no le quiere de verdad
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¿Cuántas novelas policíacas publicó Agatha Christie?