Un libro maravilloso. Nos faltó la película.
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Un libro maravilloso. Nos faltó la película.
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Y una parte no pequeña de este imprevisto milagro era la inocente curiosidad de las gentes en medio de su libertad y de su prosperidad. El Dios cristiano estaba tan muerto como en el siglo XVIII, y ninguna nueva religión mitológica había ocupado el lugar de la anterior
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La realidad era que, después de dos siglos de clandestinidad, yo aparecía abiertamente entre los mortales. Pronunciaba mi nombre en voz alta, declaraba sin temor mi condición... ¡Existía!
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Ninguno de nosotros cambia realmente con el tiempo. Solo nos convertimos más plenamente en lo que somos
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No te vayas al infierno sin presentar batalla.
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Viejas verdades y magias antiguas, revoluciones e inventos, todo conspira para distraernos de la pasión que, de un modo u otro, nos vence a todos. Y, cansados por fin de esta complejidad, soñamos con el tiempo lejano en que nos sentábamos en el regazo de nuestra madre y cada beso era la consumación perfecta del deseo.
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¿Quién es el protagonista de la historia?