Esperando al diluvio

Me encanta Dolores Redondo desde que la descubrí con la magnífica novela “El guardián invisible”. Desde entonces leo todos sus libros y es por eso que hoy os traigo la reseña de su última novela.

Éstas son mis impresiones

La novela comienza en Glasgow. Allí en los años 1968 y 1969 un hombre asesinó a tres mujeres. Todas de la misma manera, todas tenían ciertos rasgos en común. El asesino fue conocido como John Biblia por la prensa y la ciudadanía y nunca fue detenido. Esto es real.

Algo más de diez años después, el inspector de la policía escocesa Scott Sherrington está convencido de que John Biblia está vivo y ha seguido matando. Él sigue la pista de todas las mujeres desaparecidas durante esa década, pensando en ellas como posibles víctimas de John Biblia. También ha identificado a una serie de hombres que podrían corresponder con el perfil de su asesino.

Uno de los días en que está persiguiendo a uno de los sospechosos, consigue confirmar sus sospechas. Pero cuando va a detenerle le da un infarto. El diagnóstico es demoledor. Aún así, el policía quiere dedicar el tiempo que le queda a perseguir al que ya ha identificado como culpable y que huyó al caer él desmayado. Ha adquirido una nueva personalidad y Scott Sherrington cree saber cuál. Persiguiéndole llega al Bilbao de 1983 en plena Semana Grande.

“Esperando al diluvio” es una novela de trama compleja en la que un tenaz inspector persigue a un asesino en serie desde Glasgow hasta Bilbao. Situada la historia en los años 80, la novela está plagada de referencias y pequeñas anécdotas de aquellos años que sirven para situar perfectamente la historia en el tiempo y en el espacio y que yo, además, he disfrutado personalmente. Soy de San Sebastián así que el Bilbao que describe Dolores Redondo no me queda lejos y he podido identificar muchos de los escenarios así como muchas de las referencias. Por poner un ejemplo, ese joven locutor de radio llamado Ramón García o ese grupo musical que triunfaba con la preciosa canción “Amor de hombre” (que sepáis que he estado toda la semana tarareándola en mi mente, no me la podía quitar de la cabeza). Supongo que habrá gente que pensará que todos estos chascarrillos quitan agilidad a la historia; no digo que no, es posible. Pero ayudan a situar el lugar y la época y a mí personalmente me han gustado mucho. Como siempre, es cuestión de gustos, inquietudes e intereses.

Con todos estos detalles, la novela está muy bien situada en el tiempo y en el espacio. Comienza en Glasgow y, sabiendo que esta novela transcurría en Bilbao, andaba yo barruntando cómo podía ser así si el asesino en serie era escocés, el policía también y la investigación se había llevado a cabo allí. El inspector no sé si estará basado en quien llevó a cabo la investigación pero el asesino en serie sí que es real, histórico. Está demostrado que mató a tres mujeres y nunca fue identificado. Ahí quedó todo: quizás murió, quizás fue preso por otro delito, quizás dejó de matar por quién sabe qué razón…, el caso es que con el tiempo su historia se fue olvidando. Hasta que Dolores Redondo la ha rescatado y, ahora ya ficcionando, ha decidido que John Biblia siguió vivo y siguió matando. Me ha recordado en este sentido a “Las otras niñas” de Santiago Díaz, donde el autor también juega con la posibilidad de que uno de los peores asesinos de la historia reciente de España siga vivo.

“Esperando al diluvio” no es un thriller. La autora se toma su tiempo como suele hacer en sus novelas. Va poco a poco dibujando bien las escenas y escenarios y, por supuesto, los personajes. Todos ellos están perfectamente caracterizados y algunos se quedarán largamente conmigo. Llegaremos a conocer a John Biblia y sus motivos para matar mediante flashbacks al pasado que nos lo mostrarán como niño. Conoceremos perfectamente a Scott Sherrington, un policía que me ha encantado. Como me ha encantado el ertzaina con el que entablará amistad en Bilbao, Maite y los demás personajes que rodean al protagonista. Los dos que más me han gustado han sido Rafa y su perra Euri: todos mis desvelos eran por que no les pasase nada a ninguno de los dos…

Me ha encantado cómo la autora construye la trama, poco a poco, sin dejar detalle sin apuntalar. Dolores es una gran narradora de historias y aquí lo demuestra una vez más con una trama consistente, bien llevada y bien resuelta, unos escenarios magníficos y unos personajes mucho más trabajados de lo que suele ser habitual en novela negra.

Respecto al hecho que dio lugar al título, me he estrujado las meninges para ver si me acordaba de algo pero no. Yo tenía entonces trece años, debería hacerlo. Luego me he dado cuenta de que en esos momentos yo estaría de vacaciones en el pueblo y ahí apenas si me llegaba alguna noticia del lugar al que en un par de semanas tendría que volver para empezar un nuevo curso (y, por supuesto, no quería ir: no porque no me gustase el colegio sino porque odiaba abandona el pueblo y a mis amigos). Pero le he preguntado a mi padre y se acordaba perfectamente. Además, por trabajo tuvo que ir poco después a una población vizcaína a la que habían afectado las inundaciones y aún recuerda perfectamente la desolación que vio.

Conclusión final

He disfrutado muchísimo de “Esperando al diluvio”. Una novela con una trama consistente y unos personajes que dudo mucho que olvide. Muy recomendable.

Enlace: https://librosquehayqueleer-..