Este libro es una sorpresa que figure en el catálogo de una editorial del prestigio de Vaso Roto. La autora no tiene bagaje en editorial comercial alguna ni una trayectoria literaria consolidada, además es una novela que se desinfla conforme la autora empieza a alterar la línea temporal y a cambiar la voz narrativa, porque esto añade confusión y el lector se pierde entre los personajes, cortados con el patrón de Corín Tellado. La tensión narrativa se pierde página a página sin remedio, los personajes viven su particular via crucis interior en busca del amor y la satisfacción personal, por lo que no es de extrañar la nula repercusión que ha tenido su publicación. No la he acabado, porque ni conmueve, ni emociona, ni nada.
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