El amor es la ley de las leyes, el amor gobierna el mundo
|
El amor es la ley de las leyes, el amor gobierna el mundo
|
El hombre bien criado y la mujer ordinaria no emparejan bien
|
Mas para todo hay remedio menos para la muerte.
|
Porque por do quiera que el hombre vaya lleva consigo su novela; pero está no.
|
Sin duda el amor más sublime es el más discreto, y las bocas mas elocuentes aquellas en que no puede entrar ni una mosca.
|
Nos casaron como se casan los gatos y punto concluido
|
Más sabe el que vive sin querer saber que el que quiere saber sin vivir.
|
Su ignorancia era, como puede suponerse, completa. Leía muy mal y a trompicones, y no sabía escribir. Lo esencial del saber, lo que saben los niños y los paletos, ella lo ignoraba, como lo ignoran otras mujeres de su clase y aun de clase superior. |
Pasmábase la señora de Santa Cruz de que hubiera tantísima madre por aquellos barrios, pues a cada paso tropezaba con una, con su crío en brazos, muy bien agasajado bajo el ala del mantón. A todos estos ciudadanos del porvenir no se les veía más que la cabeza por encima del hombro de su madre. Algunos iban vueltos hacia atrás mostrando la carita redonda dentro del círculo del gorro y los ojuelos vivos, y se reían con los transeúntes. Otros tenían el semblante malhumorado, como personas que se llaman a engaño en los comienzos de la vida humana. También vio Jacinta no uno, sino dos y hasta tres camino del cementerio. Suponíalos muy tranquilos, y de color de cera dentro de aquella caja que llevaba un tío cualquiera al hombro como se lleva una escopeta.
|
Es un poema épico griego compuesto por 24 cantos, atribuido al poeta griego Homero. Narra la vuelta a casa, tras la guerra de Troya, del héroe griego Ulises