La segunda entrega de esta serie de novelas de misterio ambientadas en un pequeño pueblo de Quebec me ha gustado aún más que la primera. Un crimen sorprendente vuelve a alterar la calma del pequeño pueblo de Three Pines y de sus pintorescos habitantes, poco más de un año después del asesinato que abre la serie. Una vez más, el inspector Gamache acude con su equipo a investigar el extraño asesinato, al tiempo que sigue sufriendo las consecuencias de un misterioso caso que acabó con su carrera años atrás. La insufrible agente Nichol vuelve a las andadas, poniendo a prueba la paciencia de todo el que la rodea, pero Gamache ya se siente como en casa en Three Pines, donde todos lo reciben como a un viejo amigo. En esta novela el asesinato tarda en producirse, aunque nos anuncian la víctima en la primera frase. Eso da tiempo al lector a cogerle la suficiente tirria como para que su muerte produzca una gran satisfacción. Porque CC de Poitiers era una mujer absolutamente odiosa, tanto para su familia como para sus vecinos. Me gustan muchísimo las descripciones que hace la autora tanto del paisaje de Three Pines como de sus habitantes. Por ejemplo, de cómo en invierno, con toda la ropa de abrigo puesta, la gente se reconoce por el color de los gorros, y cómo la mañana de Navidad es imposible saber quién es quién, puesto que todos han recibido gorros nuevos de regalo. Un gorro nuevo al año es imprescindible, ya que las mascotas siempre se comen los pompones y no hay manera de conseguir que duren más. También su descripción de la terrible sensación de frío, a 30º C bajo cero, hizo que se me pusiera la piel de gallina. Claro que en ese sentido yo soy muy impresionable: detesto el frío, que para mí empieza al bajar de 24º. Otra cosa que me gusta es que el Inspector no es el policía típico al que nos tienen acostumbrados las películas y series americanas. No es un alcohólico, ni engaña a su mujer, a la que adora. No es un tipo hosco de los que llegan a casa y no sueltan prenda de lo que hacen en el trabajo, sino que se lo cuenta a su mujer absolutamente todo y le pide consejo con frecuencia. En general es un hombre feliz, lo más alejado posible del típico detective amargado. Y es un cambio muy de agradecer. He echado un vistazo en Goodreads y he visto que hay ya 10 libros de la serie. Me parece que no voy a tardar en leer otro, porque me muero de ganas de saber cómo resuelve el Inspector sus problemas por el maldito caso Arnot. Enlace: https://barbaravb.wordpress... + Leer más |
Una novela a la vez atmosférica y llena de suspense; la más ingeniosa de Louise Penny hasta la fecha.
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Felizmente retirado en el idílico pueblo de Three Pines, el inspector jefe Armand Gamache ha hallado un remanso de paz difícil de imaginar. Pero la monótona placidez de la lectura y la felicidad del sol matutino se truncan cuando Clara Morrow le cuenta que Peter, su marido, ha incumplido la promesa de volver a casa un año después de su separación y le pide ayuda para encontrarlo.
A medida que Gamache se sumerge en el caso, también lo hace en la torturada mente de Peter Morrow, un pintor tan desesperado por recuperar su fama que sería capaz de vender su alma al diablo. Junto con su antiguo segundo al mando, Jean-Guy Beauvoir, y Myrna Landers, emprende un viaje que los llevará cada vez más lejos de Three Pines, hasta la desembocadura del río San Lorenzo, para acabar descubriendo un rastro mortal de envidia y engaño que pondrá su vida en peligro.
Décima entrega de la extraordinaria serie protagonizada por Armand Gamache que ha cautivado a más de once millones de lectores en todo el mundo, El largo camino a casa es una penetrante investigación psicológica sobre la creación y la lucha de los artistas consigo mismos y con su obra. Una novela atmosférica, tensa y vertiginosa a un tiempo; sin duda, la más ingeniosa de Louise Penny hasta la fecha.
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