Fuegos fatuos: Un caso del detective Calleja

Tercera entrega de los casos del Detective Calleja y su inigualable escudero Pepe Pastrana.

Lo primero que tengo que contaros es que aunque desde el primer libro de esta saga queda patente que el escritor es un artista de las letras, una vez terminado este tercero soy plenamente consciente de su evolución como narrador y contador de historias.

En este título el autor ha sido especialmente mordaz, me ha sacado más de una sonrisa y de dos, ha sabido dejarme con la miel en los labios según leía sin desvelar más que lo necesario y cuando ya se ha resuelto el caso, ¡me ha hecho la cabeza estallar! Con ese final, cualquier lector estará deseando conocer el siguiente libro.

La estructura de la historia es similar a las anteriores, nuestros detectives de la agencia Marbella se enfrentarán a nuevo caso para el que tendrán que utilizar todas sus argucias para poder resolverlo. Nos reencontraremos con nuestros queridos personajes de los casos anteriores y tendremos alguna sorpresita con respecto a qué personajes pasan a primer plano.

Los personajes que ha creado Pastrana son francamente achuchables, Basilio, su café y sus macarrones con atún, Lalo y sus lametones, El Guaje y su mente privilegiada, Marta y su desparpajo… y por supuesto nuestros detectives y sus envidiables comilonas 😉

Además de la historia creo que nunca os he comentado que el autor nos pasea por distintos lugares de Asturias y además nos presenta restaurantes, comidas y dulces típicos de la zona. En este me ha hecho recordar los ricos moscovitas de Rialto ñam ñam y me ha descubierto algunos platos que llevaré muy presentes el día que vuelva por las maravillosas tierras asturianas.

Otra de las cosas que se ha convertido en marca de la agencia son los títulos que se van incorporando a la pequeña biblioteca de la que se nutre Basilio y otros personajes: Alicia Jimenez Bartlett, Jim Thomson, Eduardo Mendoza…

No os quiero contar nada de la trama para que vayáis a ciega, sólo os puedo decir que aparece un hombre tirado en la acera tras la noche de San Mateo.

Sin duda libros fresquitos sin grandes giros pero muy disfrutones.

Estoy deseando ver como comienza el siguiente y como encaja con el final que nos ha dejado..

En Fuegos fatuos nos encontramos ante un nuevo caso del detective Calleja, el tercero de esta serie.



Tras dos años resolviendo casos con éxito, el equipo de la AIM se enfrenta a un nuevo reto. Un cadáver aparece en la calle Oscura de Oviedo, en plenas fiestas de San Mateo. El juez a cargo, concluye a las pocas semanas, en que ha sido un accidente. Su viuda, en desacuerdo con tan precipitado veredicto y con el apoyo de la Policía Local de Oviedo, lo pone en sus manos. Confiando de pleno en su pericia.

MIS IMPRESIONES

Cada caso del detective Calleja puede leerse de forma independiente. Personalmente recomiendo leerlos en orden, ya que, además del caso en sí, hay un trasfondo muy bonito para seguir desde los inicios a la AIM.

Si hay algo que me ha quedado claro, tras esta última lectura es que el punto fuerte de hislatoria son sus protagonistas. Compañeros de trabajo que forman una familia. Personajes con carisma, muy humanos y reales. Que en cada título se meten un poquito más en tu corazón.

En esta ocasión con "chica nueva en la oficina", Marta, hermana del Guaje. Nueva incorporación que se une al equipo para ayudar con sus dotes informáticas.

En su línea, el autor nos describe con detalle cada escena, haciendo casi que salivemos cuando de comida se trata. Capítulos cortos, de fácil lectura, fechados para no perdernos en la historia y, como sello propio, su peculiar sentido del humor.

237 páginas que abarcan el periodo aproximado de un mes en que, con maestría, resuelven el caso demostrando, una vez más, que no se trató de un desafortunado accidente.

El final de este libro me ha impactado. Sin hacer spoiler diré que me ha hecho soltar alguna lagrimita.




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