El alma en la piedra

Hace mucho tiempo que no leía una novela ambientada en la Prehistoria. Tenía ganas de viajar a esa época de los principios de la Humanidad y volver a recordar la vida de los primeros hombres y mujeres, nuestros antepasados. Esta novela, además se centra en uno de los monumentos más impresionantes del arte Paleolítico, las pinturas de Altamira, considerada la Capilla Sixtina del Arte Paleolítico.

Relata la vida de Ibo Huesos de Liebre, un Homo Sapiens, y comienza con el ritual de caza de una osa y sus crías por parte del clan de los Tiznados en el 13.000 a.C , en Cantabria, en el norte de la Península Ibérica. Una época en la que los hombres ya habían domesticado el fuego. No tiene porqué haber una moraleja en cada novela histórica pero en esta ocasión la historia nos acerca a la supervivencia y actividades básicas y a la creencia de los 'primitivos' pues Ibo Huesos de Liebre, siente la necesidad de pintar y tallar imágenes en el techo de la cúpula de la cueva en la que viven, abriéndose así al discurso de la reflexión de aquellos hombres y mujeres sobre la creencia en el más allá, la creencia en el alma o incluso en la propia existencia.

Al comenzar esta novela, lo primero que me puso en alerta fue el tipo de narrador, en este caso omnisciente, que ostenta el poder del texto y pasa casi de puntillas frente a la narración utilizada en los diálogos entre los hombres y mujeres del Paleolítico. El autor ha intentado conceder más importancia al escenario y al ambiente que a la descripción del personaje para que el lector se sienta a gusto dentro de la historia.

La acción se centra casi íntegramente dentro de la cueva de Altamira y alrededores. La estructura de la novela es amena y sencilla a base de capítulos cortos y un lenguaje sencillo que resulta motivador para todos los lectores. Los personajes son deliberadamente creíbles aunque esta novela está basada en teorías sobre los hallazgos en yacimientos y las conjeturas sobre los detalles de la espiritualidad de los Homo Sapiens.

Personalmente, he ido leyendo esta novela entre absorta y entusiasmada por saber más sobre aquella época que se me antoja tan lejana en el tiempo y pienso que la Prehistoria tiene mucho que decir en la literatura.

Es mi primera lectura del año y, como no podía ser de otra manera, viene de la mano de Ediciones Pàmies, y por si no os lo había comentando, es una editorial especializada en novela histórica de calidad para conocer otros tiempos.

En definitiva, es una novela con mucha alma, una novela para palpar la piedra.

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Altamira, 13.000 a.C. Paleolítico Superior. El clan Tiznado es una tribu de Homo Sapiens que vive en las montañas, en una gran cueva donde se refugian del clima y de los peligros. Es allí donde dejan plasmadas las pinturas rupestres, a cargo del pintor Ibo Huesos de Liebre. En el valle, hay otras tribus pero parecen no llevarse bien con el clan Tiznado. Una trama de supervivencia, de luchas contra los animales de caza, contra el clima y contra otros hombres, sus peores enemigos.

Es la primera vez que leo una novela de ficción histórica ambientada en la Prehistoria. Esto es bastante complejo ya que solo tenemos vestigios arqueológicos y artísticos. Recordemos que no existía la escritura, por lo que hay muchas cosas que se desconocen o se intuyen a través de la pintura y la arqueología. En esta novela el autor nos va a presentar las relaciones que hay entre los miembros de la tribu, la cual actúa como una gran familia. No hay hijos reconocidos por los padres, todo es para aumentar la familia y el clan. También veremos el día a día de sus miembros, el porqué de los curiosos nombres que tienen, las costumbres, tanto en la caza como su cosmovisión, los peligros, la alimentación, los ropajes, las armas y herramientas, etc.

En cuanto a los personajes, aunque parezca mentira por la gran distancia temporal que nos separan, es fácil empatizar con algunos de ellos en ciertas ocasiones. Son personajes muy reales, aunque algo primitivos, claro, pero que sufren, que sueñan, que sienten y desean. Personajes con inquietudes y con perspectivas de futuro.

A raíz de la caza de una osa y sus crías, el comienzo casi de la novela, el lector va a ser testigo de la simbología, más o menos compleja, que hay tras las pinturas murales. Esto es muy interesante, pues no son simples dibujos de animales de caza, hay mucho más detrás. La simbología, el mundo de los vivos y de los muertos y cuestionarse y entender lo que es uno mismo serán los elementos principales de esta aventura prehistórica.

La escritura está en tercera persona omnisciente pero desde el punto de vista de algunos personajes. Aunque Ibo Huesos de Liebre será el que mayor protagonismo tenga, veremos la perspectiva de Agah La Cierva, la matriarca del clan y que tiene mucha fuerza entre las mujeres, y la joven Aún sin Nombre. Vicente Pascual emplea un lenguaje sencillo y cómodo, con una prosa muy delicada y descriptiva. Aunque al principio parece que el ritmo es algo lento, ya que nos presente la vida del clan, poco a poco el lector va a quedar atrapado en esta aventura y se convertirá en un miembro más del clan.
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'El Alma en la Piedra' es una novela extraordinaria, perfecta para los más veteranos y novatos en el género histórico. Posee un argumento innovador, con personajes muy bien construidos, una narración dinámica y sencilla, y una originalidad casi única. Es un libro muy recomendable que se lee en un visto y no visto. Si estáis buscando introduciros en el mundo de la novela histórica, El Alma en la Piedra es vuestra mejor opción. Y, por cierto, LEED LA NOTA DEL AUTOR.

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