Las ardillas de Central Park están tristes los lunes

No intentes ponerle a la altura de los demás. La igualdad es un concepto estúpido. Todos somos diferentes…

Hay muchos tipos de gente dañina.
La dañina ocasional, la dañina por diversión, la dañina que no tiene otra cosa que hacer, la dañina persistente, la dañina arrogante, la dañina arrepentida que muerde para después echarse a tus pies implorando clemencia… Nunca se debe subestimar a alguien dañino. Nunca se debe pensar que uno puede deshacerse de él con un codazo o dándole un escobazo.
El dañino se convierte en un peligro porque el dañino es como las cucarachas: indestructible.

Cuando se vive en Londres es mejor amar la lluvia y los sombreros.

Cuando el corazón flaquea hay que ocupar las manos. Es el método más eficaz de aliviar la tristeza.

La cólera destruye. Ataca a la persona que va dirigida, pero ataca también a quién la lleva dentro.

Para las cosas serias, él prefería escribir que hablar. Decía que hablar era difícil. Que eso significaba estar frente al otro, que te está mirando mientras sueltas todo. En cambio, escribiendo podía uno imaginarse solo, hablando consigo mismo, sin nadie que te escuche.

El detalle, ahí está la excelencia. Su talento no es un don de Dios, es una suma enorme de trabajo.

La mente intuitiva es un don sagrado y la mente racional, un fiel servidor. Hemos creado una sociedad que honra al servidor y olvida el don… Raros son los que ven con sus propios ojos y experimentan con su propia sensibilidad.

Ella no luchaba. Se dejaba despojar. Pensaba es la vida, la vida es así…

Un príncipe azul no significa que sea perfecto en todo. No es un cursi, es la armonía perfecta.