Las ardillas de Central Park están tristes los lunes de Katherine Pancol
Para las cosas serias, él prefería escribir que hablar. Decía que hablar era difícil. Que eso significaba estar frente al otro, que te está mirando mientras sueltas todo. En cambio, escribiendo podía uno imaginarse solo, hablando consigo mismo, sin nadie que te escuche.
|