Las ardillas de Central Park están tristes los lunes de Katherine Pancol
Hay muchos tipos de gente dañina. La dañina ocasional, la dañina por diversión, la dañina que no tiene otra cosa que hacer, la dañina persistente, la dañina arrogante, la dañina arrepentida que muerde para después echarse a tus pies implorando clemencia… Nunca se debe subestimar a alguien dañino. Nunca se debe pensar que uno puede deshacerse de él con un codazo o dándole un escobazo. El dañino se convierte en un peligro porque el dañino es como las cucarachas: indestructible. |