Expiación

Novela histórica corta pero muy intensa, donde la autora ha sabido crear una historia sumamente interesante, que engancha desde la primera página sin necesidad de hacer un volumen extenso, y sin omitir detalles que acompañan a su prosa lírica, dulce, fresca y chispeante, haciendo que seas testigo mudo y de primera línea de los acontecimientos.
Admiro a los autores que hacen esto, son capaces de meterte en la trama haciéndote olvidar el resto del mundo en muy pocas páginas.
La historia además podríamos aplicarla a los tiempos actuales: cómo los extremismos políticos, la sinrazón, el ansía de venganza, la envidia y el borregismo pueden acabar con personas y legados.
El desarrollo se va marcando de forma rápida, inicia en una situación: Memé la protagonista encarcelada, y va fluyendo con sus recuerdos y reflexiones, que hacen que vayamos dibujando un retrato de ella cercano y fiel.
Los demás protagonistas van evolucionando junto con ella, mientras Memé asume su destino, los secundarios, aunque pocos, tienen peso, y parecen querer luchar contra esa realidad dura y sin sentido.
Una historia cruda y dulce a la vez, dulce por ella, por Memé, por su inocencia, su valentia, generosidad y pureza.
Por más libros así yo brindo, no dejes de escribir nunca M. Ordejón, y gracias por regalarnos a Memé.

Es una historia que da una vuelta de tuerca a lo que significó la Revolución francesa, y que hace de abogado del diablo de lo que siguió después. ¿Fue justo guillotinar a tanta gente?
Aquí, con esta novela, se cuestiona con inteligencia esa pregunta, y nos obliga a ponernos en la piel de Mémé, una mujer joven que, a su pesar, es condesa por matrimonio y es acusada, por eso mismo, de ser una enemiga del pueblo.
Con la protagonista vivimos esos momentos de incertidumbre en la prisión, su angustia, su miedo ante la futura decapitación. Pero ¿habrá una salida?
En ese momento surge en escena Cécile, su doncella. Una sirvienta que en verdad debería formar parte de la plebe sedienta de sangre y justicia. ¿Podrá confiar en ella?
No quiero destripar más esta maravillosa novela. Una novela que no se puede dejar de leer hasta el final. Un final que no deja indiferente.
Ésta es una novela que va "in crescendo", que es vertiginosa, escrita con brillantez, donde cada frase invita a la reflexión, a pensar en el papel que tenía la mujer en aquella época donde apenas tenían derechos, ni siquiera para expresarse.
Simplemente: sorprendente.

La novela nos traslada a finales del siglo XVIII, a París, donde las ejecuciones en la guillotina están a la orden del día. Nuestra protagonista es encarcelada y condenada a muerte.

Con esta gran premisa arranca esta breve historia (174 páginas), donde desde las primeras líneas nos meteremos en la piel de nuestra protagonista, a sufrir con ella.

Quiero destacar sobre todo la pluma de la autora, que siendo su primera novela, me ha cautivado por completo y no tengo duda que estaré atento a próximas obras suyas.

Me ha parecido una novela que va claramente de menos a más; con una primera parte bastante normalita y con unas últimas páginas maravillosas, que te hacen querer saber cómo va a terminar todo... ¡y vaya final!

Como punto menos positivo diré que me ha faltado un poco más de situación histórica y ambientación. También es verdad que no es necesario para el desarrollo de la historia, porque se centra en los personajes, pero a mí personalmente me hubiera gustado saber un poco más del contexto histórico mientras leía.

Valoración: 8/10

Sensaciones, desgarro, reflexión, sentimientos y mucho más es lo que esta novela transmite.

Novela rotunda, sin filtros, sin palabras de más, con momentos que te paran el corazón.

Aunque enmarcada en una época histórica concreta, como lo fue la revolución francesa, lo que ahí se cuenta se puede extrapolar a cualquier otro momento (ya sea de épocas pasadas, de épocas presentes o de épocas futuras), porque ahí lo que verdaderamente importa son los sentimientos, las sensaciones, la angustia, los miedos de los personajes (de todos ellos, desde la que es víctima al que es verdugo), personajes que son universales y que están llamados a perdurar en la memoria..., a lo que hay que sumar una historia sin fisuras, contundente, conmovedora, que hiere, que sobrecoge.

El terror perfectamente dibujado, las escenas representadas, el final que hiela, que estremece, hasta ese climax último (con el añadido épico de ese espectacular "vuelo" del vestido, que expresa a la perfección el carácter de Mémé, la protagonista, un momento que como lectora me ha cautivado) más todo lo que lleva parejo en cada una de las páginas, me ha maravillado, me ha calado y me hace ver el "otro lado" de las circunstancias bajo un prisma nuevo.

Perfecta, precisa, concisa.

Por todo lo que cuenta, por cómo se cuenta, por el poso que deja, por la historia que es "actual" aunque se sitúe en otra época, es para mí uno de mis ya imprescindibles "Fondos de Armario".
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