Pero hasta las puertas más recias se vienen abajo ante una avalancha de agua.
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Pero hasta las puertas más recias se vienen abajo ante una avalancha de agua.
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Y así al fin comenzaron a besarse, con todas las ganas que les habían ahogado durante toda la noche.
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Primero yo, luego yo y luego yo. Y si tengo tiempo y ganas, quizá luego los demás.
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Ah, pero la mente tenía tres aliados en contra; el cuerpo; el corazón y el alma.
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Fueron horas que parecieron minutos, en los que vagó por un mundo que no era real , un mundo que la atrapó por completo.
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¿Cuál es el órgano que trasplantan a Cora?