Así habló Zaratustra

A ciertas almas no se las descubrirá nunca a no ser que antes se las invente.

Siempre hay algo de demencia en el amor. Pero siempre hay también algo de razón en la demencia.

No es cosa fácil el comprender la sangre ajena: yo odio a los ociosos que no leen.

De todo lo escrito yo amo solo aquellos que alguien escribe con su sangre. Escribe tú con sangre: y te darás cuenta de que la sangre es espíritu.

Pero una cosa es el pensamiento, otra la acción, y otra la imagen de la acción.

Al final todas tus pasiones se convirtieron en virtudes y todos tus demonios en ángeles.

Hermano mío, si tienes una virtud, y esa virtud es la tuya, entonces no la tienes en común con nadie.

El creador quiso apartar la vista de sí mismo, - entonces creo el mundo.

Su sabiduría dice: velar para dormir bien. Y en verdad, si la vida careciese de sentido y yo tuviera que elegir sinsentido, este sería para mí el sinsentido más digno de que se lo eligiese.

¡Sentid respeto y pudo ante el dormir! ¡eso es lo primero! ¡Y evitad a todos los que duermen mal y están desvelados por la noche! Incluso el ladrón siente pudor ante el dormir: siempre roba a hurtadillas y en silencio por la noche. En cambio, el vigilante nocturno carece de pudor, sin pudor alguno vagabundea con su trompeta.