Ylandra. Tiempo de revolución

Qué complicado es a veces reseñar libros que me han encantado, porque es muy difícil transmitir todo lo que me han hecho sentir y lo mucho que me gustaría que los leyerais, porque merecen mucho la pena. Este es el caso de esta saga, y, concretamente, esta vez vengo a hablaros de la tercera entrega de la misma. Volver a Ylandra es como regresar a casa, la saga ya se ha colado entre mis historias preferidas y reencontrarme con sus personajes ha sido todo un regalo. En Ylandra. Tiempo de revolución, contaremos con la combinación perfecta de sucesos y emociones que conseguirá que no paremos de leer.

Antes que nada, mencionaros que esta edición viene con dos códigos QR al inicio que llevan a los resúmenes de los dos primeros libros, para refrescarnos la memoria de cara a comenzar la lectura. He agradecido infinitamente este detalle, porque son libros con muchos personajes y gran cantidad de información, así que ese pequeño repaso me ha venido fenomenal. También os confirmo que este libro cuenta con un mapa, como los anteriores, cosa que ya sabéis que me encanta, ya que echamos mano de él para situarnos, pues en este libro abarcamos todavía más territorio, si cabe.

La república de Ylandra se encuentra totalmente fragmentada, territorio que visitamos, territorio donde existen tensiones. En este volumen, la revolución iniciada por los anirios continúa, cada vez más agresiva, con el miedo y la desconfianza llenando el ambiente. El tema de la revolución me ha generado sentimientos encontrados, porque, por un lado, entiendo a los anirios, que han sido tratados peor que animales, torturados y sometidos, ante la indiferencia de los irios por su situación. Ha habido partes en las que los irios realmente se merecían lo que les pasaba, como cuando les hacían frente insultándolos, cuando sacrificaban anirios de manera masiva y también al defender con los ojos cerrados que un irio vale por diez anirios. Pero, por otro lado, tanta matanza llevada a cabo por los anirios, tanto dolor causado y ensañamiento con sus víctimas... Algunas escenas me revolvieron el estómago. Sin embargo, es cierto que a veces la paz se consigue mediante la guerra, aunque resulte contradictorio, y muchas veces los derechos no han venido dados de manera natural, sino que se ha tenido que pelear por ellos. Relacionado con este tema, tengo que mencionar a Güido, el cual ha cambiado una barbaridad, si pensamos en el Güido del primer libro. Puedo decir que se ha convertido en el líder que intuíamos que podía llegar a ser, y, pese a que se deja llevar muchas veces por el rencor y la rabia, en sus acciones demuestra también que tiene corazón.
También hay tensiones entre el gobierno de la república y la Escuela. Los maestros están siendo seguidos a todas partes y tratados como si fueran delincuentes, la población comienza a encontrarse reprimida, todo intensificado por la mano de hierro y la crueldad de Deian Wellington. Deian no cambia, sigue siendo despreciable y solo vela por sus intereses, o te unes a él y te sometes a su autoridad, convirtiéndote en su marioneta, o eres su enemigo y se centrará en tu destrucción. Así, muy cerquita suya se encontrará la maestra Siara Roschard, a la cual yo le rezo por lo fantástica que es, que se hallará cerca de su enemigo para investigar sobre determinados acontecimientos que se dieron en el libro anterior. Siara es una mujer con todas sus letras, capaz de arrasar el mundo si se lo propone, la gente con solo oír su nombre siente un profundo respeto, en el mejor de los casos, y comienza a temblar, en el peor. Con la situación del gobierno de la república y sus frentes abiertos también sufriremos la crudeza de la guerra, la arbitrariedad y la creencia de algunos personajes de que el fin justifique los medios. Uno de los personajes que se verán más afectados emocionalmente por las consecuencias de la guerra es Gael, personaje que todavía no tengo claro si me convence o no. A la verita de Deian también se encuentra Annelyn Vyvas, su fiel asesora, que me encanta por lo inteligente que es, a la par de manipuladora. Sabe jugar sus cartas bien y conseguir lo que quiere camelándose a los demás. A ella la conoceremos bastante mejor en esta entrega.

Me ha gustado que conozcamos mejor a los Tres y su origen. Visitaremos sus templos, nos contarán su historia y también comprenderemos mejor la base de la profecía que anuncia su retorno, así como que exista población que los teme y que quiere evitar su vuelta a toda costa, y otras personas que los adoran y están impacientes por poder servirles. La amenaza se torna cada vez más real, por lo que me ha gustado mucho saber más sobre ellos, algo me dice que hay una forma de detenerlos, pero que habrá que esperar para saber cómo. Con relación a ello, he de mencionar a la maestra Enara, la cual ya conocíamos de libros anteriores, pero en este me ha gustado mucho más, por lo buena y capaz que es; a Eyra, que parece que está enfadada constantemente, pero hace una gran labor y quiere encontrar la manera de detener a los Tres lo antes posible, y, finalmente, a Ezra, personaje que me ha decepcionado muchísimo con su comportamiento.

Me ha gustado mucho poder visitar nuevos lugares en este libro. Especialmente, me ha conquistado Ka'andra. Qué maravilla de lugar, por lo intrigante que es. Ka'andra es un sitio que me ha transmitido sensaciones similares a lo que nos genera pensar, por ejemplo, en el budismo: paz, autocontrol, sabiduría... Se nota que los monjes que allí habitan tienen un gran conocimiento de sí mismos y del mundo, además de estar más avanzados en cuanto a conocimientos en comparación con el resto del país. de hecho, me parece que es un lugar con muchos secretos, y que han hecho que surjan muchas preguntas en mis cabezas con respecto a él, así que, como veis, en este libro se esclarecen algunos temas que estaban pendientes, pero aparecen nuevos misterios. No todo es de color de rosa, también me ha parecido que están como cabras en lo referente al entrenamiento que le dan a Mara. Mara continúa siendo mi personaje preferido junto con Siara, y es que asisto orgullosa a cada paso que da, me parece una chica muy valiente, con gran corazón y mucho potencial, lo cual no para de demostrar en el día a día. Es digna de admirar.

Solamente me queda por mencionar a los dos varones restantes de la familia Wellington. He de decir que Jules, que me encantaba, parece otra persona totalmente diferente. Ahora lo vemos apático, sin esforzarse por cambiar las cosas, ha perdido toda su vitalidad desde lo ocurro en Ylandra. Tiempo de guerra. Viktor también sufrirá un cambio bastante grande, digamos que todo el odio que tiene acumulado le ha hecho tomar riendas en su vida. Además, contaremos con nueva información sobre Briana Wellington, información muy interesante, que nos ayudará a entender mejor su papel en la historia y también el de sus hijos. La verdad es que me ha sorprendido la trascendencia de su labor, así como la falta de sentimiento por algunas personas de su familia.

En este libro tendremos un poco de todo, desde escenas con acción que nos pondrán el corazón a mil, hasta giros de trama sorprendentes y continuas conspiraciones, además de mucha intriga, tanto por los datos sin desvelar como por no saber el destino de nuestros personajes ni qué podrá pasar en Ylandra, ya que hay mucha tensión, pero no sabemos por dónde va a estallar ni las consecuencias que ello tendrá. Asimismo, me gusta mucho que los personajes estén llenos de luces y sombras, que no sean buenos o malos, sino que se muevan en tonalidades de gris. Por ejemplo, Aleyn muestra eso claramente, es un personaje que me encanta, me parece un gran hombre, pero en su pasado hizo cosas horribles, cuando se menciona su manera de actuar en aquel entonces parece que hablan de otra persona, porque no es el Aleyn que yo siento que conozco.

La siguiente entrega se titulará Ylandra. Tiempo de destrucción, y yo espero que no tarde mucho en salir, porque la historia me tiene muy enganchada. Además, el autor todavía no me ha dado el reencuentro de dos personajes que estoy esperando como agua de mayo, ojalá en la continuación llegue ese momento por fin.

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'Tiempo de revolución' es la tercera parte de la saga de fantasía, Ylandra. Como me ocurrió con la anterior parte, no voy a contaros demasiado, para no fastidiaros su lectura en el caso de que aún no hayáis leído este, o ni siquiera hayáis empezado la saga pero os llame la atención y queráis hacerlo. Lo que sí os aseguro es que no habrá ningún spoiler, así que podéis leer tranquil@s la reseña. Tampoco os voy a hacer un resumen de la sinopsis como suele ser habitural, aunque eso no lo hice ni en el inicio, porque la que tiene el libro ya pica el gusanillo lo suficiente como para leer los libros, sin revelar nada importante. Hasta eso sabe hacerlo bien el autor. Así que solo voy a hacer lo mismo que en la anterior reseña, deciros lo mucho que me ha gustado esta parte, lo mucho que me está gustando la saga al completo, y lo mucho que os la recomiendo. Aunque de momento cada parte se está llevando el 4/5, sé que la puntuación total de la saga al completo será la máxima, porque no se merecerá menos si tenemos en cuenta todo el conjunto. O eso espero, porque vamos por la mitad de la misma, aún nos quedan tres libros, y no sé qué más va a pasar hasta que el autor nos traiga todos, porque como en los anteriores, aquí no dejan de suceder cosas.

Hay algo que sí debo decir, y sé que no es culpa de los libros sino mía y de mi memoria. Pero me cuesta recordar porque algunas cosas son cómo son, porque existen las rivalidades que existen, y qué es lo que motiva a la Orden de Addai, por ejemplo. Es decir, sé que lo hace porque se nos explica incluso en este libro, pero a veces siento que algo se me escapa y que no entiendo muy bien el odio que sienten. Así que tengo clara una cosa. En el futuro, espero que no muy lejano, cuando los 6 libros que conforman esta saga estén publicados, sé que haré una relectura de todos ellos seguidos, para recordar cada detalle a la perfección, y evitar que se pierda con el tiempo. Y eso que en el caso de Roberto, al menos, solo nos hace esperar un año o año y poco entre uno y otro. Hay autores que se portan con nosotros mucho peor, ¿verdad señor Martin?

Pero vamos a lo importante, el libro y la historia en sí, intentando no contar más de la cuenta, porque realmente habría mucho de lo que hablar. Como os he dicho, y como sucede en sus anteriores partes, es un libro extenso, no es ligero en sí por todo lo que nos cuenta, y por todas las cosas que en él suceden, la cantidad de personajes y los frentes que hay abiertos. Pero es que no le sobra nada, absolutamente nada, y eso tiene mucho mérito. Y tampoco es una lectura pesada, que no sea ligero no significa que lo sea, porque los capítulos son cortos, están escritos desde el punto de vista de distintos personajes, y al menos a mí, eso me ayuda para ir avanzando sin cansarme. Sé que a mucha gente le molesta que la historia sea coral, que se lían al leer, pero no es mi caso. Es algo que disfruto mucho y en el caso de los libros de fantasía más todavía. Porque si tienes varios personajes, en distintos puntos del mapa y a los que les suceden diferentes cosas, tienes que contarlo todo para hacer redonda la historia y eso solo lo puedes hacer narrando sus puntos de vista. Y aquí no es en primera persona, que sé que eso tampoco gusta a todos.

Otra cosa que me ha gustado mucho, aunque pueda parecer contradictoria, es lo imperfectos que son los personajes, y lo poco que me gustan sus acciones, aunque ellos sean de mis favoritos. En más de una ocasión y con más de un personaje, lo que hacen no me parece justo, sino todo lo contrario. Cruel, exagerado, innecesario incluso y equivocado, al menos en la forma. Pero al mismo tiempo, por lo que han pasado en la vida y por su evolución, puedo llegar a comprender que actúen como actúan. Aunque no esté de acuerdo o no me parezca bien. Aunque nada tenga que ver con mi manera de ser o pensar, porque en mi caso, no sé en el vuestro, el fin no justifica los medios, no cuando llegan a ciertos niveles y ocurren ciertos hechos. Así que me siento contrariada en mí misma porque adoro a esos personajes, y su evolución es muy interesante, tanto para el lado de la redención, la culpa y buscar el perdón, como para el lado de la venganza y el ojo por ojo, pero odio lo que hacen en el presente, o lo que hicieron en el pasado. Y no sé que sentir, y al mismo tiempo me encanta sentirme así. Porque creo que al final cuando lees un libro, lo importante es que te haga sentir cosas, sean buenas o malas. Y en este lo consigues. Y más cuando los personajes tienen tantas luces y sombras. Y cuando no sabes qué sucederá con ellos en el futuro porque aunque no lo quieras, sientes que lo que han hecho, están haciendo o van a hacer, merece un castigo, por muy buen motivo que hayan tenido para hacerlo. Es genial, raro y agobiante a veces por todo lo que sientes, pero genial.


En mi primera reseña os nombré a mis personajes favoritos, os aseguro que tres libros después siguen siendo los mismos, sobre todo tres de ellos. Pero admito que tengo predilección por las Roscharch y todo lo que las rodea, no lo puedo evitar. Y estando ya en el ecuador de la saga y siendo esta de fantasía, obviamente hay muertes, y sí, he sentido mucho dos de ellas en este libro, y he tenido el corazón en el puño en más de una ocasión temiendo lo peor con otros personajes, aunque también reconozco que era algo que estaba esperando, porque no hay saga de fantasía sin muertes dolorosas, ¿no es cierto? Y me da miedo lo que pueda venir en el futuro por cómo se van dando las cosas, eso también lo admito. al mismo tiempo que espero que otros personajes sufran por su manipulación, su manera de actuar y lo que provocan. Y en ese caso no creo que sienta su muerte para nada, al contrario.

La verdad es que no sé qué más os puedo decir, porque si sois lectores de fantasía, todo lo que podáis imaginaros que ocurre en un libro de este estilo, lo hace. Tenemos traiciones; luchas de poder; un gobierno corrupto, déspota y cruel; enemigos de antaño; ganas de venganza; dolor, muerte e injusticia. Pero también tenemos esperanza, unión y fuerza; y una revolución de aquellos que más han sufrido y que harán lo que haga falta por dejar de ser esclavos y convertirse en un pueblo libre, con derechos y una vida propia. Aunque Ylandra siga sin estar unida para luchar contra lo que realmente puede destruirlo todo, la llegada de los Tres. Porque sí, también tenemos profecías y dioses, y no son magnánimos, ni justos, ni buscan el bien para todos, aunque ellos y los que los siguen crean que sí. Son los que pueden provocar el fin de Ylandra, como ya se aventuró en el inicio de esta saga, y cada vez son más fuertes, y más peligrosos, y más difíciles de detener. Y con tanto en contra, con tantos bandos, con tanta gente preocupada por su propio beneficio, sigue siendo muy difícil que actúen todos juntos para derrotarlos. ¿Lo veremos en algún momento de la saga? Yo espero que sí. Igual que espero más de un reencuentro que aún no se ha dado y estoy desesperada por verlo, o leerlo.

En resumen, 'Ylandra. Tiempo de revolución', es la tercera parte de una saga de fantasía que tiene todo lo que hace falta para engancharte. Nos encontramos con la mitad del camino recorrido, ya conocemos el mundo y se podría decir que a los personajes, pero es tal su evolución que siguen sorprendiéndonos con sus actos, para bien y para mal, y que nos es imposible saber qué les deparará el futuro. En un mundo dividido, enfrentado y con intereses muy diferentes, la llegada de los Tres ya es un hecho, y la profecía de la destrucción de Ylandra está a un paso de hacerse realidad, pero sigue siendo complicado unir fuerzas para evitarlo. En un libro en el que los personajes consiguen que no sepamos qué sentir sobre ellos por lo que hacen, todo lo que ocurre, bueno y malo, nos atrapará de tal forma que terminaremos encantados, aunque odiemos sus actos, no estemos de acuerdo o sepamos que merecen un castigo. Como os dije en la reseña de los anteriores, os lo recomiendo si os gustan las historias de fantasía y guerra, con profecías, política, magia, traiciones, evolución, giros sorprendentes y personajes imperfectos llenos de luces y sombras.
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Continuamos andando por el mundo de Ylandra con este tercer volumen de esta saga de fantasía y comenzamos esta nueva etapa con la exposición de las intrigas políticas. Por un lado, seguimos con las tribulaciones de Andreas Lumiere, esta vez con la colaboración de Viktor Wellington; por otro, seguiremos la cerca la que dicen es la venida de los tres dioses, con sus diferentes seguidores a lo largo del mapa. Mientras tanto, el resto de agentes continuará su camino más o menos ajeno a aquello que hace de Ylandra una tierra convulsa.
Un punto de partida el que nos propone el autor que no nos deja respiro. Entramos directamente en la acción, con la respuesta de nuestros personajes a lo acontecido en el anterior tomo y con las ideas volviéndose más holísticas, pero a su vez ahondando más en las razones y los personajes.
Osadía, guerra, revolución
Sin meternos mucho en lo que es la trama, para no destriparos nada, sí que podemos decir que los pasos que Roberto Navarro está dando en su trama no solo están bien, sino que son milimétricamente certeros.
En el primer tomo éramos testigos de cómo, en un mundo medianamente fosilizado, la acción de varios agentes, que tienen la osadía de ejecutar sus ideas, provoca que dicho mundo se deteriore en sus pilares más básicos. En el segundo, encontramos la resistencia de aquellos que vivían en ese mundo cerrado, para mantenerlo sin alteraciones y de ahí que comience la guerra que provocará la ruptura definitiva, no solo del mundo, sino también la quiebra interior de los personajes.
De este modo, vemos cómo íbamos encaminados a que ese mundo hecho pedazos se revolviera y comenzara la revolución. Lo que encontramos, por tanto, en esta Ylandra es un mundo que una vez rotos los sistemas anteriores y las convicciones individuales busca desesperadamente establecer unos nuevos. La religión, las nuevas formas políticas e, incluso, las nuevas formas de poder serán las que intervengan en esta pelea que nos lleva a plantearnos lealtades, antecedentes, lo que está bien y lo que está mal.
Para mostrarnos esto, autor ha hecho una apuesta arriesgada, pero muy interesante invirtiendo todo lo que conocíamos del mundo, enseñándolo desde un nuevo prisma y, sobre todo, no incluyendo una opinión propia. Creo que, en este sentido, el personaje que mejor nos representa como lectores es Jules Wellington, que una vez que ha perdido lo que le importaba, lo demás da igual y asiste como testigo al que le puede parecer más o menos bien lo que sucede, pero sin actuar. Aquellos que eran los buenos se convierten en los malos y el gran peligro se convierte en oportunidad, aunque nosotros solo navegaremos el caos esperando que las decisiones que se van tomando en la trama sean las correctas, como hace Jules.
Paso a paso
En relación a esto, cabe decir que la evolución de los personajes en este tercer tomo es muy interesante. El autor se ha atrevido a dar un giro más a sus personalidades y sobre todo a sus ideas, y con todo, ha conseguido que tengan continuidad y que sean coherentes con la personalidad que se nos han descrito en las partes anteriores. Además, también me ha gustado mucho cómo va dejando paso a los personajes más jóvenes.
Recordemos que estábamos en un mundo que vivía de los pesares, pecados y logros de jóvenes que ya no lo eran; ahora esos adultos que han podido acertar o fallar más o menos se ven apartados del foco principal, para que los errores los enmienden los jóvenes y que estos comentan los suyos propios. Así Mara, Güido, los gemelos Wellington, etc. serán los personajes que más carga dramática tengan en esta tercera entrega, haciendo que, conociéndolos ya de un tiempo, nos quedemos pegados a las páginas para conocer qué les pasa a aquellos con los que nosotros también hemos envejecido. Con ellos, comienza otro tiempo, el de la revolución.
Apasionamiento
Lo cierto es que deciros que esta nueva entrega de Ylandra me ha gustado, sería casi no deciros nada. Con este tomo confirmo que es una saga que me está apasionando.
Roberto Navarro consigue con su prosa transportarnos a ese mundo y no solo eso, sino que consigue transmitirnos la idiosincrasia del mismo y, por lo tanto, la implicación de las sutilezas de los diálogos, de los personajes, de las acciones. Por eso os decía más arriba que me gusta cómo ha arriesgado en esta nueva entrega. Los lectores ya conocíamos todo el mundo que ha creado, sabíamos qué pensaban y qué implicaban algunas cosas y, sin embargo, en este tomo las ha transformado y evolucionado, y le ha quedado perfecto.
Os recomiendo mucho la obra. Si no habéis empezado con ella, ya estáis tardando en leer Ylandra. Tiempo de Osadía y si ya lo habéis hecho, ya está tardando en leer esta. Espero que os animéis con ella.


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Me ha gustado mucho este libro, cuenta con acción, revoluciones, traiciones... con cada personaje tenía una historia que quería seguir leyendo porque todas me tenían enganchada.

Antes de empezar con la trama en sí, nos presenta el pasado de Briana y qué le sucedió. Este fragmento ayuda a entender mejor a la familia Wellington, de dónde procede ese odio y por qué están relacionados algunos de sus miembros a la Orden de los Addai.

Esta Orden estará muy presente, ya que por fin puede demostrar que su misión es más real que nunca, sus miembros tendrán que asociarse con quien menos esperarían para poder reunir el ejército que Ylandra necesita para poder enfrentarse a lo que le está por llegar.

Mientras tanto, la revolución aniria se ha convertido en una realidad, con Güido como principal protagonista, ya que ha pasado de ser alguien asustadizo a analizar la situación y actuar en consecuencia, ganándose el respeto de todos por sus logros y la confianza que transmite tanto al lector como a los demás anirios.

En cambio, Deian Wellington, ha conseguido aumentar el número de personas que le prefieren muerto por sus actos, ya que se ha vuelto paranoico y ataca a cualquiera que no coincide con lo que espera de él.

Esto no sólo se aplica al personal, también se aplica a su familia, Viktor o Jules al fin tienen un enemigo común gracias a este comportamiento, aunque lo que no me esperaba fue su comportamiento hacia Mara.

Pero no todo en este libro es enemistad, hay una trama romántica que hará que dos personajes que verán más allá de ellos mismos y se protegerán a cualquier coste. Es un pequeño respiro entre revoluciones y guerras, espero que superen los retos que les esperan, que algo me dice que no van a ser fáciles.

Pero si hay algo que es específico en este libro a parte de la revolución de los anirios, es el adentramos en Ka'andra, un lugar que le envuelve el misterio desde libros anteriores y que en este por fin podemos conocerlo. Después de leer sigue siendo un lugar único y el misterio se mantiene pese a haber resuelto algunas preguntas que habían surgido relacionadas con sus habilidades.

Me ha llamado la atención sus entrenamientos y filosofía de vida que no es comprensible desde un punto de vista ajeno a la isla, pero que se pueden ver los resultados en apenas unos capítulos.

No os puedo contar mucho más dado que es el tercer libro, sólo que el final te deja con la miel en los labios y con las ganas de empezar el siguiente.
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Para empezar, quiero remarcar que aunque la sinopsis pueda parecer muy mística y no nos explique demasiado de la trama, creo que es un acierto, pues este libro es la tercera parte de una saga de libros de fantasía y cualquier cosa que pudiera leer un lector que no conoce las otras dos partes podría ser spoiler.

En este libro seguiremos teniendo múltiples narradores que nos llevarán a distintas partes de Ylandra y nos irán enseñando lo que está sucediendo en cada región de forma paralela. Una revolución iniciada, una guerra fraguándose y muchos secretos que han estado ocultos se irán desvelando poco a poco para llegar a un final que nos deja con ganas de más.
Los personajes han evolucionado mucho desde que todo empezó y cada uno ha ido sumando motivos a su causa. Los polos se han extremado y ahora nadie puede quedarse en el centro, pues resultaría mortal para el que permaneciera imparcial.
Con un ritmo rápido, capítulos cortos y una pluma envidiablemente buena, de nuevo Roberto Navarro nos transporta a Ylandra y hace creíble hasta las cosas más inverosímiles. Desde hace tiempo La Escuela, el Oeste y todos sus habitantes me parecen muy reales y estoy deseando continuar con la historia, aunque toque esperar un poco para el cuarto volumen.
Cuando empecé está saga no sabía que esperar, pero ahora puedo decir que es una de mis favoritas. En este libro se mezclan fantasía, acción, intriga y algo de romance, por lo que cualquier lector puede disfrutarlo sea del género que sea.

En esta ocasión he tenido el corazón en un puño muchas veces y es que, si hasta ahora sufría por alguno de los personajes, ahora sufro por todos ellos.

Un libro que he devorado y que pasa a ser uno de los favoritos de este año seguro, pues me encanta hacía donde han ido llevando los acontecimientos. Ha dejado el terreno preparado para que nada más empezar la próxima parte nos encontremos con muchos frentes abiertos y otros misterios más por resolver.

Si sois lectores de fantasía, os gustan las conspiraciones políticas, mataríais por ir a una escuela en la que enseñaran a dominar diversas disciplinas y no os atáis a ningún personaje, esta es vuestra saga. Por mi parte, y como vengo haciendo desde el primer libro, os lo recomiendo muchísimo.
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