Nos alejamos para mirar el detalle
Lo cierto es que con la sinopsis podríamos pensar que vamos a aventurarnos en un thriller de un pasado que nos persigue, pero no.
Sin identidad de
Jorge Moreno nos ofrece una historia muy, muy divertida sobre un hombre, que decidirá en un momento dado llamarse Marc, que despierta en un tren en Barcelona sin más conocimiento sobre su persona que un billete de tren procedente de Sevilla. A partir de entonces, Marc investigará las posibilidades para poder conocerse a sí mismo.
Con un tono que nos acerca a un gran clásico,
Sin noticias de Gurb de
Eduardo Mendoza,
Jorge Moreno ha conseguido establecer a través de una mirada ingenua, otorgada por la amnesia, una crítica a los estereotipos de los territorios de nuestro país.
Cuando Marc comienza su aventura, la sociedad lo rechazará por su incapacidad de saber hacer lo que tiene que hacer en cada momento. Curiosamente, su amnesia no afecta al sentido de su moralidad y será esto lo que le ayude a proseguir su camino y emitir esos juicios estrambóticos sobre toda persona que se cruce con él. En ese camino se encontrará con otra joven que parece en su misma situación, la cual se dará el nombre de Eva. Ambos nos desvelarán los prejuicios de la sociedad, no solo regionales sino también de género.
Por poneros un ejemplo de todo ello, poco a poco Marc irá conociendo a barceloneses, que, vaya quién nos lo iba a decir, reaccionan de manera arisca ante un señor indocumentado y que, por cierto, apesta a alcohol. Pero todos sabemos que los barceloneses son un poco bordes, ¿o no? Así el autor nos hace plantearnos qué realidad o no mantienen estas afirmaciones. Consigue, alejándonos de la realidad, y la amnesia te aleja bastante, os lo aseguro, que nos fijemos en detalles de la vida cotidiana, como cómo aplicamos categorías y afirmamos con rotundidad realidades sesgadas y sobre las que no tenemos ningún fundamento. Aunque ya os digo que el protagonista tendrá fundamentos el pobre.
Una risa mejor que un llanto, desde luego
Como decíamos más arriba, el autor de
Sin identidad ha decidido alejarse de la realidad para criticarla, pero además lo hace a través del humor a raudales. Con él no solo consigue que el lector se enganche a la lectura, sino que además consigue que relativicemos situaciones que normalmente podemos considerar graves. El sexismo, el machismo y la cosificación de los seres humanos se reflejan perfectamente a través de esta fórmula.
Además, los giros cómicos no surgen de solo de situaciones inverosímiles. Los juegos de lenguaje y el empleo de algunas expresiones españolas (que ya nos vale) aumentan el volumen de las risas y las situaciones hilarantes. Vamos, que la lectura nos pone «mirando a Cuenca».
Una tarde de verano
Así que, después de esta experiencia vital y lectora, qué os puedo decir de
Sin identidad de
Jorge Moreno. Pues que es un libro ligero y divertido, ideal para leer en dos tardes tontas donde lo que nos apetezca es reírnos a carcajada limpia y a la vez reflexionar un poquito sobre las realidades que nos rodean. Que el humor sin mensaje parece poco humor.
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