OJOS DE VIDRIO: 15

Si hay una temática que me llama automáticamente la atención es la adolescencia: los cambios que se experimentan, el mundo que se descubre, las posibilidades que se abren. Pero precisamente por eso también es una etapa confusa, a ratos llena de angustia vital. Y, por supuesto, es también una edad sumamente infravalorada e incomprendida que como sociedad solemos ignorar o incluso desechar porque lo complejo nos asusta. 

Y es que os hablo de esto porque «Ojos de vidrio» toma esta incomprensión y complejidad de la adolescencia y crea un relato que saca a la palestra lo complicado que es ser adolescente. Y todo ello con una buena capa de terror anclada en la dicotomía sobrenatural-locura que tanto me gusta.

«Ojos de vidrio» es una novela corta pero asfixiante. La historia se desarrolla en un pequeño pueblo y toma como protagonista a Alejandra, una adolescente que, además de presentar los cambios típicos (y no siempre agradables) de la edad, arrastra un trauma que su familia se ha empeñado en enterrar. 

Este relato de crecimiento con rasgos de terror sobrenatural tiene una historia más bien sencilla pero adictiva. En forma de prosa poética y con una segunda persona que en un principio me resultó desconcertante pero que terminó por gustarme bastante (sobre todo por lo que entraña: ¿quién es la voz que se dirige a nosotros?), el autor nos habla de salud mental, de la presión y las expectativas a las que se ven sometidos los adolescentes, de familias y sus secretos. También nos habla sobre un tipo de miedo casi visceral y profundamente abismal que corroe desde el subconsciente hacia lo manifiesto.

En definitiva: una novela muy entretenida que, aunque me dejó con ganas de más, trata temas que me parecieron interesantísimos.

PEDAZO de LIBRAZO, ¿vale? Este es un libro de los que te dejan con la boca abierta y causan un impacto real en ti cuando te das cuenta de lo que has leído.
Psicológicamente hablando es tremendo. En ningún momento eres consciente de que el autor está jugando con tu mente de una forma tan sutil que es terrible. Eres Alejandra. ¿Cómo es posible? La segunda persona del singular. TÚ. Toda la novela está escrita así. Hay alguien, ese narrador que eres tú mismo que te dice qué está ocurriendo en la que parece tu propia vida. Asusta darse cuenta de que lo consigue.
Está catalogada como terror psicológico, terror... Es muy relativo. Psicológico... Psicológico si lo fuera más, sería peligroso. Es simplemente magistral.
En una novela de poco más de cien páginas hay todo un mundo y una realidad. Además de lo que a veces parece mentira pero es. Hacía tiempo que no leía un libro así, un libro que me dejara pensando: ¿pero qué...? ¿Qué ha sido eso? ¿Y ahora? ¿Ahora qué hago?
Mi más sincera enhorabuena al autor por haber conseguido este efecto en mi, lectora. Ojalá os animéis a darle una oportunidad, la merece.

Hoy os traigo una joyita de una editorial que acabo de descubrir y a la que os animo a echarle un ojo si os gustan los libros diferentes e inquietantes pues tienen un catálogo de lo mas interesante.

Este es un libro cortito, de 118 páginas pero muy completo, además con un prólogo que ya te hace entrar con ganas en la historia.

Una de las cosas que más me ha gustado es la pluma del autor, es un libro en el que he marcado muchísimas frases y que además me ha parecido muy original que se narre en segunda persona, no había leído nada así y creo que es todo un reto y para mi, más que superado, ha sido un toque diferente.

De la trama no quiero desvelar gran cosa, pues con la sinopsis ya nos hacemos bastante idea y creo que es de esos libros en los que es mejor dejarse llevar y sorprenderte. Una historia que mantiene esa atmósfera inquietante y oscura en todo momento, con partes impactantes y un final sorprendente.

Para mi ha sido una gran lectura y no puedo más que recomendarla.