«Hay que empezar a vivir y dejar de pensar en cómo hacerlo.»
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«Hay que empezar a vivir y dejar de pensar en cómo hacerlo.»
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Con la libertad, las flores, los libros y la luna, ¿quién no sería perfectamente feliz? OSCAR WILDE
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La caléndula, es la flor de la pena.
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- Marina, por favor, sé libre. Es lo más bonito que tenemos. Las mariposas pasan por todo un proceso larvario y el agotador trabajo de hacerse crisálida para volar durante un solo día. ¿Sabes por qué? Porque merece la pena. No te dé miedo ser libre. Saca las alas, querida. Las tienes. Todos las tenemos, aunque estén plegadas y se nos olviden. Deja de ponerte excusas. Se libre.
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¿Eres consciente de lo acariciable que eres? - susurraba- provocas el efecto de querer quedarse en tu piel.
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¿Pueden las vidas de cinco mujeres dar un giro de 180 grados a la vez? Creo que sí. Ahora sé que sí. |
Allí estábamos. Mujeres de cuarenta con estudios, grandes expedientes, con libertad sobre el papel, con posibilidad de elegir. Y el problema era ése, precisamente. Que teníamos que elegir. ¿Carrera? ¿Familia? Todo no parecía ser posible. O al menos, no todos a la vez. ¿Por qué? |
(…) En mi mundo, chicas, y me temo que es el mismo que el vuestro, a una mujer le siguen pidiendo explicaciones que no vienen a cuento, en el trabajo y hasta en la peluquería: cuando eres joven quieren saber si te vas a reproducir pronto, porque puede ser un problema. Si será dentro o fuera del matrimonio, porque puede ser inapropiado. Pero es que a partir de cierta edad, ¡es al revés! Si no te has reproducido o no tienes un hombre al lado, ¡es que algo te pasa! «No es apta.» No me jodas…
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(…) Esta etiqueta era también la responsable de haber convertido a Casandra en el mayor de los trofeos para los especímenes de macho alfa: la mujer exitosa a la que hay que conseguir pero con la que no compartirían jamás su vida, por miedo a esa temible arma que guardaba en el bolso y que podría utilizar para dejarlos cuando le diera la gana: su independencia.
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Creo que he sonreído. Tengo la sensación de que hace tanto que no me miro a un espejo que se me han olvidado las sensaciones musculares de la sonrisa. Pero ahora que se me caen los labios en una mueca, sí, eso sí lo he notado.
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¿Quién escribió la saga?