Hay que empezar a vivir y dejar de pensar en cómo hacerlo.
|
Hay que empezar a vivir y dejar de pensar en cómo hacerlo.
|
-- ¿Quieres?- te pregunto alzando la tetera. Contestas con un movimiento apagado de cabeza. -- No. Ya no tomo té- respondes. Y te llevas la taza vacía a tus labios como si encontraras un inmenso y nuevo placer en beberte el viento. |
—Marina, nunca te olvides de esto: si las mujeres conociéramos nuestra verdadera capacidad para el cambio, nuestro brutal instinto de supervivencia y de recuperación, nos sentiríamos casi indestructibles. No sé por qué, pero la creí. (…) |
El verdadero amor no puede vivirse con miedo.
|
El sexo es medicinal: aumenta las defensas y la felicidad con la serotonina y la tranquilidad con la dopamina y aumenta el riego del cerebro y mueve el corazón.
|
Cuando se piensa no se siente y cuando se siente no se piensa.
|
Descansar no supone dormir, sino despertar.
|
Nuestro acuerdo se selló con un asentir de mi cabeza y un guiño de uno de sus ojos azules como rúbrica.
|
—Recuerda, querida amiga, «podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera».
|
Llevo un rato observándolas. A esas olas femeninas que corren sobre un mar macho: que unas nacen y se lanzan a morir a la seguridad de la orilla, pero otras se deslizan en sentido contrario y se pierden en el océano hasta disolverse en él. Supongo que soy de las primeras y ahora me da miedo pertenecer a las segundas. Por eso voy sola. Por primera vez. Sin permiso. Sin el tuyo y sin el de las autoridades del puerto. |
Cuantos años se lleva Ron con Fred y George?