Mujeres que compran flores de Vanessa Montfort
(…) Esta etiqueta era también la responsable de haber convertido a Casandra en el mayor de los trofeos para los especímenes de macho alfa: la mujer exitosa a la que hay que conseguir pero con la que no compartirían jamás su vida, por miedo a esa temible arma que guardaba en el bolso y que podría utilizar para dejarlos cuando le diera la gana: su independencia.
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