Cinco a las cinco: MIEDOS | AMOR | SUPERACIÓN PERSONAL | AMISTAD | AUTOESTIMA

Guiados por la tristeza
Astrid es una joven que, aunque sabe que tomó la decisión correcta, no puede dejar de sentir la desazón de la soledad y la depresión. al final, la culpa es suya. Por ello, acude todos los jueves a las cinco a una terapia grupal donde conocerá a sus compañeros, donde verá más aristas de la vida.
Lo cierto es que nos encontramos ante una novela contemporánea muy sencilla y cuyo tema también lo es, no pasa nada porque nos pase algo. Pero junto a esta idea, también cabe reconocer que podemos ver otras que pueden parecernos menos optimistas, pero con las que convivimos sin duda: todos tenemos nuestros demonios, la gestión emocional es múltiple y depende del grado el que sea preocupante, etc.
Todo ello se nos introduce en la trama a través de los cinco casos, ofreciendo así una narración múltiple de la que Astrid al final es solo la constante. Cora, Luisa, Fernando y Adrián serán sus compañeros y los que nos ofrecerán la perspectiva múltiple de nuestro día a día.
Verdades que duelen
Pero más allá de que sus historias (alcoholismo, violencia, sexo y muerte) puedan parecernos más o menos cercanas, lo que es cierto es que la propuesta que podemos encontrar en la novela es de cómo los sentimientos nos hacen sufrir, pero que, de manera irremediable, son también los que nos ayudan a comprender el mundo. al final, en suma, todos los personajes, están porque han amado algo y no han sabido gestionar la emoción que ello conllevaba o las emociones de lo demás que les afectaban a ellos.
Sin embargo, esto no justifica sus comportamientos, especialmente en el caso de Fernando, ya que dejar al impulso nuestra voluntad es minimizarnos. Creo que la novela consigue mantener ese equilibrio entre comprender por qué se ha llegado a tal punto de la cuestión, pero a la vez no minimizar lo grave que pueda llegar a ser. Creo que Verónica ha sabido con su planteamiento llevarlo muy bien.
Una clave difícil
A medida que avanzamos en el relato, que por su extensión nos ofrece lo justo y necesario, vamos dándonos cuenta de que quizá la clave en la cuestión se asiente en sabernos valorar. Pero no es fácil y así lo veremos especialmente en los casos de Cora y Astrid. No continuaré desgranando la novela para hacer spoiler, pero creo que es importante acercarse a ella como un punto de esperanza en nuestro día a día.
Por su parte, el estilo de la autora es sencillo y fácil de seguir, prefiere que el lector se centre en lo que pasa, en cómo son sus personajes y en qué puede aprender de ellos. La verdad, es que os recomiendo la novela, ya que es muy cortita, y porque muchas veces necesitamos ver que a otro le pasa para saber que nos sucede a nosotros. Una pequeña terapia que puede cambiar a las seis para que os unáis a ella. Espero que os guste.

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