Con una mentira o una verdad, depende del punto de vista desde el que lo miremos, comienza esta novela de fantasía que tiene mucho más dentro de sus líneas. Con un toque cómico, irónico y mordaz, acompañaremos al joven Enzo D'Amico, un gran mentiroso, en sus aventuras desde que es un infante hasta sus primeros años de la vida adulta. Más allá de si cometió el robo o no, lo que encontraremos será la historia de un muchacho que tiene que encontrar la verdad tras las mentiras de su vida y, bueno…, de eso dependerá que se salve el mundo. Según él. Para ello la narración comienza en primera persona, en la que Enzo nos cuenta su infancia. En esta primera parte de la narración nos sumergiremos un mundo fantástico donde los seres sobrenaturales asaltarán al protagonista en su día a día. En este momento conoceremos a dos de los personajes clave de esta historia: Dumah, el ángel, y Amazarac, el demonio. Ambos acompañarán al joven en todas las decisiones de su vida, aunque sabe quién gana siempre. El grueso Ahora bien, después de esa primera parte, la historia dará un giro en el que no sabremos qué es verdad y qué es mentira de lo que se nos ha contado, y, por ende, de lo que se nos va a contar. Así, tenemos que fiarnos de los que nos cuenta el protagonista y se nos invita a hacer un ejercicio de especulación y reconstrucción muy interesante. Esto podría hacernos pensar que se nos dificulta la historia, pero para nada. La autora ha conseguido crear un personaje que te puede vender lo que él quiera, lo único que deseas es que te siga contando historias. Enzo es un muchacho alegre, dicharachero, leal y muy muy imaginativo, pero sobre todo tiene labia. Esta «labia» que atribuimos a un personaje de ficción no es sino la capacidad de la autora de conferir al personajes un estilo, sencillez y convicción magistrales. No os podría dar la fórmula, pero sabe engatusarnos por cómo cuenta las historias y por lo cercano que nos parecen los personajes (aunque haya por ahí algún hombre lobo o vampiro. Invitaciones Y digo que nos parece cercano, a pesar de que estamos en un mundo claramente de fantasía. Esto nos desubica temporalmente, no sabemos si estamos en el siglo XIX, en el XX o en una realidad fuera de la nuestra, sin embargo, esto se explica por el halo de fantasía, entendida como mentira también. Sin embargo, precisamente por eso, porque alguna mentirijilla hemos soltado alguna vez, nos reconocemos en Enzo, en esa picardía y en ese ganar. Además, la novela nos regala también una trama de detective paranormal muy divertida. Enzo ve cosas, pero realmente sabe muy poco, así que cada descubrimiento es una exploración que el lector está haciendo también y, precisamente, por su particularidades se convertirá también en un juguete del mundo sobrenatural. de este modo, aparecerá otro de los grandes personajes (junto a los amigos de Enzo) que completa la historia. Sin embargo, la autora no solo se frenara en todos estos modos de fantasía, sino que irá añadiendo nuevos toques y giros, pinceladas que hará que de manera muy muy precisa la novela pase a ser magistral. Yo quiero un Enzo Es verdad que Enzo D'Amico vive en otro mundo, ese mundo fantástico que se ha montado él, pero yo quiero uno para mí. La novela no solo tiene una trama de fantasía potente y muy interesante, sino que además añade toques de humor con los que te lo pasas muy bien. La personalidad de cada uno de los integrantes del elenco es única y evoluciona a cada paso que damos en la narración, así como el peligro, la extrañeza y el mundo fantástico. Además, el worldbuilding que ha creado Raquel para la novela es muy interesante y descubrirlo merece mucho la pena. Así que si queréis una novela de fantasía interesante, con giros inesperados, divertida y con un punto canalla no os podéis perder Los chicos perdidos. de verdad, de las mejores fantasías que he leído últimamente y de las más innovadoras. Espero que os lancéis a ella. Enlace: https://twitter.com/en_bolsi.. + Leer más |