Mizuki pertenece a esa clase de autores que me ganan desde el primer momento porque destilan humanidad, humildad, respeto por la naturaleza, hasta sabe reírse de sí mismo, de lo que le ocurre. En esta obra retrata sus orígenes, humildes, y como entra en él la tradición japonesa de los Yokais (seres del Japón medieval), que estudiará y ya no lo abandonarán en toda su obra. |