No se enfrentaba ya con la borrasca del océano, sino con la leve brisa que sopla sin tregua sobre la tierra.
|
No se enfrentaba ya con la borrasca del océano, sino con la leve brisa que sopla sin tregua sobre la tierra.
|
Los únicos recuerdos de su vida eran de eterna devastación: pobreza, enfermedad y muerte. Al convertirse en marino, se había apartado de la tierra para siempre.
|
Felicidad -pensó-. Una felicidad que se resiste a ser descrita...
|
Si yo fuera una ameba -pensaba-, con un cuerpo infinitesimal, podría derrotar a la fealdad, pero el hombre no es lo suficientemente diminuto ni gigante para vencer a nada.
|
¿Cuál es el órgano que trasplantan a Cora?