Su orgullo un tiempo la había arrojado del Cielo con su hueste entera de ángeles rebeldes, con cuyo apoyo aspifaba a situarse en gloria encima de sus pares, confiando al Altísimo igualarse |
Su orgullo un tiempo la había arrojado del Cielo con su hueste entera de ángeles rebeldes, con cuyo apoyo aspifaba a situarse en gloria encima de sus pares, confiando al Altísimo igualarse |
La mente hace su propio lugar, y en sí misma puede hacer un cielo del infierno, y un infierno del cielo.
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Tan cerca de la vida esta la muerte
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Marinero en tierra