Circe

La timidez no crea nada.

Les monstruos son una bendicion para los dioses; imaginate cuantas suplicas.

Solo preguntaba por curiosidad, porque en su naturaleza estaba encontrar respuestas, presionar en busca de la debilidad de tos demás.

Una acción osada y una actitud osada no son lo mismo.

Resultaba muy sencillo hablar tan francamente con el. Su rostro era como un estanque en calma que salvaguardaría todo aquello que se encontrara en sus profundidades.

—Eres sabia —dijo.
—Si es así —dije—, es solo porque ya he hecho estupideces para llenar cien vidas.

Es posible domesticar una serpiente para que coma de tu mano, pero nadie le va a quitar nunca el gusto por morder.

Pero cuando se lleva una vida solitaria, se dan pocos y preciosos momentos en los que un alma se sumerge junto a otra, del mismo modo que, una vez al año, las estrellas rozan la tierra.

Humillar a las mujeres parece ser el pasatiempo predilecto de los poetas. Como si no pudiese haber historia a menos que nos arrastrásemos y sollozásemos.

Esto es algo que comparten los dioses y los mortales: cuando somos jóvenes, pensamos que hemos sido los primeros en el mundo que hemos tenido cada sentimiento que existe.