Una jaula de oro no deja de ser una jaula.
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Una jaula de oro no deja de ser una jaula.
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Es posible domesticar una serpiente para que coma de tu mano, pero nadie le va a quitar nunca el gusto por morder.
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Las grandes divinidades huelen el miedo como los tiburones huelen la sangre, y te hacen trizas de la misma manera.
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Esto es algo que comparten los dioses y los mortales: cuando somos jóvenes, pensamos que hemos sido los primeros en el mundo que hemos tenido cada sentimiento que existe.
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El aire lo llena todo. Es aliento, vida y espíritu, las palabras que pronunciamos.
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Toda mi vida había sido lúgubre y había transcurrido en las profundidades, pero yo no formaba parte de aquellas oscuras aguas; tan solo era una criatura inmersa en ellas.
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—Es extraño pensar que una diosa pueda necesitar amigos. —Todas las criaturas que no están locas los necesitan. |
A menudo los hombres más necesitados son los que más detestan mostrar agradecimiento y están dispuestos a atacarte solo por volver a sentirse poderosos.
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—Una maga —respondí—. Con un poder sin límites, que no necesita darle explicaciones a nadie más que a sí misma.
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Pero cuando se lleva una vida solitaria, se dan pocos y preciosos momentos en los que un alma se sumerge junto a otra, del mismo modo que, una vez al año, las estrellas rozan la tierra. Para mí Dédalo fue esa clase de constelación.
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¿Qué criaturas mágicas podemos encontrar en Gringotts, el banco de magos?