¡Esos ojazos de luto que se le meten a uno en el corazón!
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¡Esos ojazos de luto que se le meten a uno en el corazón!
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Pero Ramiro, que llevaba el alma toda a flor de los ojos, no creyó ver más que a Rosa, y a Rosa se dirigió desde luego.
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Formaban las dos hermanas, siempre juntas, aunque no por eso unidas siempre, una pareja al parecer indisoluble, y como un solo valor.
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Pero yo no puedo buscarlos. No soy hombre y la mujer tiene que esperar, y ser elegida. Y yo, la verdad, me gusta elegir pero no ser elegida.
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Los casados casa quieren
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Es un poema épico griego compuesto por 24 cantos, atribuido al poeta griego Homero. Narra la vuelta a casa, tras la guerra de Troya, del héroe griego Ulises