La inquilina silenciosa

Viajamos a un pueblecito de Estados Unidos para conocer a nuestra protagonista Rachel.
Su historia comenzó cinco años atrás cuando Aidan Thomas se cruzó en su camino. La ha retenido en un cobertizo todos esos años, abusando de ella, deshumanizandola y quitándole toda esperanza de escapar algún dia.

Aidan acaba de perder a su mujer a causa de un cáncer. de esta unión nació Cecilia, una niña de trece años.

Los suegros de Aidan deciden vender la casa donde el vive con su hija. Esto supone un cambio enorme para ellos pues se mudan de alquiler a un pueblo cercano donde Aidan conoce a Emilily, la propietaria del Cherry Coke.

No puede dejar a Rachel en el cobertizo por lo que opta por habilitar una habitación para su prisionera, algo arriesgado ya que compartirá techo con el y con su hija.

La estructura del libro me ha gustado mucho. Encontramos capítulos narrados por Emily y Cecilia pero por supuesto los mejores en mi caso han sido los narrados en segunda persona por Rachel. Además de otros narrados por otras víctimas de Aidan, pero en ningún momento me ha resultado confuso.

Hay algún que otro giro y momentos en los que me he parado a pensar por qué Rachel actuaba de una u otra manera, supongo que hay que estar en su situación para entenderla cien por cien y usando un poco la empatía he llegado a conectar con ella.

Me ha sorprendido hasta donde es capaz de llegar el ser humano por una motivación tan baja como es retener a una persona en contra de su voluntad pero más aún todo lo que esa persona se está perdiendo.

Hay momentos de tensión, de ganas de descubrir que pasa en las siguientes páginas, un capítulo más... Y el final aunque previsible lo he disfrutado mucho.

¡Muy recomendable!

¡Hola lectores!
¿Puede haber un asesino en serie viviendo en la casa de al lado? Pues, por poder, puede ser. de hecho, Aidan Thomas es un reciente viudo, muy atractivo, súper amable, padre de una adolescente y un vecino muy querido para todos los habitantes de una pequeña comunidad del norte de Nueva York. Parece una buena persona, si no fuera porque tiene una “pequeña manía”, secuestra y mata a mujeres.

Esta es una novela de suspense psicológico que, no solo contiene una trama súper inteligente y bien hilvanada, sino que resulta muy original, pues conoceremos a un asesino en serie desde el punto de vista de las mujeres que han tenido la mala fortuna de cruzarse con él.
Así tenemos a la que llama Rachel, una mujer que tiene secuestrada desde hace cinco años y a la que ha despojado de todo, hasta de su verdadera identidad, a su hija adolescente y a una nueva mujer, una camarera que se enamora de él.
Todas mujeres en circunstancias distintas pero que tienen como centro de sus existencias a este hombre. Porque algo caracteriza a Aidan y es esa necesidad de ganar siempre, de ser el centro y abarcarlo y controlarlo todo. Pero las cosas se le empezarán a torcer a este narcisista de manual cuando se vea forzado a mudarse de casa, al morir su mujer, y que Rachel y su hija tengan que conocerse y convivir.

Esta es una novela dividida en capítulos cortos y que cuenta con una trama muy adictiva. Una carrera contrarreloj de una mujer que, habiendo sido despojada de todo, busca desesperadamente la oportunidad y la fortaleza necesarias para recuperar su libertad, salvar su vida y, de paso, la de la próxima víctima de Aidan.
Jugando con la imaginación del lector y apoyándose en la memoria colectiva de tantos casos reales, esta historia consigue resultar muy perturbadora y real, sobre todo con la psicología de los personajes que está muy bien lograda.
Si te gusta el true crime, las novelas con gran tensión psicológica y giros en la trama, esta lectura es para ti.

He tenido mis dudas a la hora de darle Estrellas a este libro. La primera parte me pareció muy lenta y me confundía un poco que cada capítulo estuviera escrito en primera, segunda o tercera persona. Sobre el segundo tercio del libro empieza a ponerse muy interesante y ya ahi te engancha. Te hace desconfiar de todo el mundo y se te pone la piel de gallina con el “malo”. Me ha gustado bastante el final. Tengo que decir que seguí leyendo (y me alegro de haberlo hecho) porque me convenció una compañera de mi club de lectura, si no en el primer tercio quizás lo hubiera dejado por lo que he dicho. Si lo has leído, comenta y charlamos un poco a ver tu opinión si difiere mucho de la mía.