La sangre helada

Un libro duro, frío, áspero e inhóspito como las tierras del norte. Turbio, negro, depravado y violento como los actos que describe. Una historia de muerte y supervivencia no apta para todos los públicos.

He aquí un hombre que tras un tropiezo busca una nueva oportunidad de rehacer su vida y por un miserable sueldo se enrola en un ballenero rumbo a las aguas del Norte. Patrick Sumner es un hombre atormentado por unos remordimientos que trata de calmar con una cierta adicción, que esperaba tener un viaje tranquilo a bordo del Volunteer. Pero como podéis imaginar, el barco no llega a buen puerto y nuestro amigo se embarca en una aventura por las tierras del Ártico. Hambre, violencia y frío sacuden a estos hombres en un "sálvese quien pueda".

Buena recreación del ambiente pútrido y marginal del puerto de Yorkshire, de las condiciones de vida en el barco y de la caza de ballenas. Contraste con los valores y la forma de vida de las comunidades indígenas.


Un libro corto, que a pesar de su crudeza o tal vez por ella, te atrapa. No puedes dejar de leer.

No es lo que me esperaba según la sinopsis, dado que Henry Drax tiene un papel importante en los hechos, pero el protagonista indiscutible es Patrick Sumner. Por si alguien tiene alguna duda, aunque se mencione a un sangriento asesino, tampoco es un thriller, lo calificaría de narrativa, aventuras, con cierto punto de misterio. En cualquier caso, es una de esas duras historias que puedes llegar a recordar con el tiempo.

Valoración: 9/10
Lectura: noviembre 2021

Descrito de manera magistral nos introducimos a través de sus palabras como polizones en este barco y conoceremos de primera mano el día a día de las tareas que se llevan a cabo en él. No solo será la trama por ver qué sucede con el asesino, sino las ganas de conocer la vida de esta gente, lo que nos induzca a seguir leyendo. El escritor nos describe un paisaje gélido, desolador, creando un ambiente claustrofóbico. Minucioso en los detalles, hasta llegar a ser macabro y un tanto truculento, tanto que nos da la sensación de estar viéndolo con nuestros propios ojos. La sangre se derrama constantemente, impregnando este paraje blanco, de un color rojizo helándose y pasando a formar parte de este abismo de hielo.

Desde el primer momento conoceremos la identidad del asesino que se embarcará en el mismo barco que Summer, el principal protagonista de esta historia. Por lo que el misterio no recaerá en conocer su identidad, sino en cuál será su siguiente víctima, manteniendo al lector en una constante intriga por descubrir que pasará a continuación.
El autor desarrolla un personaje que desde un primer momento que le conocemos vemos que nunca ha tenido suerte, pero que de un modo u otro, y a pesar de todas las desventuras, va saliendo victorioso, pero revistiéndolo de cierta frialdad ante el mundo. Tal vez sea esta la crítica para con la obra y es que, son tantos y variados infortunios, en cierto modo nos llega a parecer irreal que todo eso le pueda suceder a una misma persona.

A través de diversas conversaciones y situaciones en ocasiones soeces, el escritor va creando el ambiente perfecto de un barco ballenero, integrado por una tripulación embrutecida por la vida que han llevado y todo lo que han tenido que padecer. Ignorantes, rudos y que tan solo quieren sobrevivir al viaje y ganar lo más posible sin importar nada ni nadie más.



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