Camino desolacion

Camino Desolación es «la historia de un pueblecito del corazón del Gran Desierto, situado en el Cuarto de Esfera Noroccidental del planeta Marte», ambientada en un futuro lejano en el que nuestra Tierra, el Mundomadre, se encuentra gastada y atestada.

Se retrata un Marte más cercano a las Crónicas Marcianas de Bradbury que a otras ambientaciones más puristas del género, con un estilo singular, frecuentemente salpicado por una sátira y un delicioso surrealismo que por momentos me han recordado a las magníficas Fábulas de robots de Lem. Todo un derroche de imaginación e humor, tomando como vehículo un realismo mágico al más puro estilo de Cien años de soledad, pero sin abandonar en ningún momento ese sentido de la maravilla tan propio de la ciencia ficción.

Un inmenso caleidoscopio de personajes e historias que, a lo largo de varias décadas (ojo, de las marcianas), se entrecruzan constantemente para conformar un universo propio, con ese pequeño pueblo marciano como epicentro.

Maravillosamente escrito y plagado de referencias para el lector habitual de ciencia ficción, nos permitirá conocer la Feria Ambulante y Fantasía Educativa de Adam Black, donde los clientes satisfechos nunca pagan.

O al Más Grandioso Jugador de Billar que el Universo hubiera conocido, que jugó contra el Diablo y apostó su alma. Representado por el mismísimo Rey del Swing, el Hombre Salido de la Urdimbre del Tiempo: Glenn Miller, cuya música era ilegal.

O a la Mano y su guitarra roja, a la Gris Señora, a la Mortificación Absoluta o (este me encanta) al Asombroso Desprecio, Maestro Mutante del Centelleante Sarcasmo y Réplica Rápida, Otrora el Hombre Más Sarcástico del Mundo.

Me ha parecido una auténtica delicia, lo he disfrutado muchísimo, alcanzando casi a vislumbrar el Omniverso Panplasmático. Es una pena que lleve casi treinta años descatalogado, aunque por suerte no resulta complicado (ni excesivamente caro) conseguirlo de segunda mano.