Tiempo que fue

"Tiempo que fue" es una novela corta que narra la historia de Emmett, un comerciante de libros que se topa con el misterio de una pareja que viaja en el tiempo.

A priori, la idea me parece muy buena. Hay varios elementos interesantes, como el mundo de libros en el que se mueve el protagonista y en el que se lleva a cabo la investigación, y el propio misterio de los viajeros del tiempo.

Sin embargo, a pesar de una premisa tan atractiva, la lectura se me ha atragantado un poco por el exceso de metáforas en un texto tan corto. Los continuos cambios de punto de vista y los saltos temporales tampoco ayudan, ya que se intercalan de forma un tanto caótica. Además, he detectado alguna errata a la hora de nombrar a Ben y a Tom, confundiéndolos entre ellos y también al lector. 

Por último, la historia de amor que promete la sinopsis realmente se queda en un segundo plano, ya que la relación entre Ben y Tom se presenta de forma bastante superficial.

Este libro no ha sido para mí principalmente porque esperaba otra cosa y a veces, las expectativas juegan una mala pasada. Aun así, la idea sí que me ha gustado y aunque la forma de escribir del autor no me ha resultado muy fluida, se pueden encontrar imágenes realmente bellas en alguna de sus metáforas.

Para ser una novela tan corta, Tiempo que fue contiene un mundo en cada capítulo. Escrita con elegancia y buen gusto, con buen ritmo y un estilo ágil que combina varios puntos de vista, da voz a personajes que tienen mucho que contar y logra una atmósfera envolvente que invita a sumergirse en la historia desde el capítulo 1. Casi cada página es un tesoro.

Hilada a partir de piezas sueltas que alternan entre pasado y presente, poco a poco va formando un puzzle que se completa al final de manera sorprendente. Se mueve entre libros antiguos y librerías de viejo, secretos y fotografías que distan décadas entre sí con rostros que se repiten y no envejecen. de fondo, un amor casi inmortal que trasciende espacio y tiempo.

El protagonista transita por una serie de episodios que se suceden entre los siglos XIX y XX a través de las cartas que una pareja se escribe en diferentes etapas de sus vidas y son testimonio de su amor, tanto como de las virtudes y miserias del ser humano.

Recomendado.

Pd. Hay un error bastante grave de traducción al principio, en una frase que incluye un "antes/antes" cuando debería ser "después/antes". Y, tal vez me equivoque, pero diría que más adelante se confunde a Tom con Ben en un pasaje. Por lo demás, excelente.

Si no fuese por el final, me habría gustado un montón. Y ni siquiera necesito destriparlo para hacerme entender: empieza bien, se desarrolla aún mejor y luego llegan las últimas páginas y se desinfla.

Eso sí, el uso del lenguaje, las metáforas e imágenes que crea el autor, las palabras que utiliza: «Un verano infinito durante dos días» o «No quiero que esto acabe. Acabará» o mi favorita: «Nos besamos y el mar se prende fuego», me han megaencantado. Para mí, lo mejor de la novelita.

Además, es muy intrigante ir descubriendo junto al prota y sus compañeras los saltos en el tiempo de Ben y Tom, con un cosquilleo de curiosidad pero también un pellizco de incertidumbre en la tripa por lo que les pueda pasar.

Pero, a pesar de que la sinopsis nos vende «Tiempo que fue» como una novela romántica con toques de ciencia ficción, en realidad es muy engañosa: la mayoría de la narración está centrada en Emmett y su investigación sobre Ben y Tom, no en ellos como tal. Vamos, que es la historia de un hombre que se encuentra ante un misterio sobre dos personas que resultan ser pareja y quiere desentrañarlo.

En definitiva, «Tiempo que fue» cuenta la investigación de un vendedor de libros por encontrar a dos amantes que resultan ser viajeros en el tiempo. Por esa historia de amor se pasa un poco de puntillas, deja mucho a la imaginación del lector porque hay muchos huecos (casi todos) sin rellenar, pero lo poquito que descubrimos deja con ganas de más. Para mí, sin duda, la gran baza de la novelita es la prosa del autor, muy evocadora, con imágenes y frases hermosas.
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No me ha gustado nada cómo escribe este autor. Tampoco los personajes ni la historia del comprador de libros ni siquiera la de amor a través del tiempo. El autor tiene un estilo rebuscado lleno de metáforas innecesarias casi en cada frase y que acaba por aburrir. 

Por decir algo bueno: es corto.