Para ser una novela tan corta, Tiempo que fue contiene un mundo en cada capítulo. Escrita con elegancia y buen gusto, con buen ritmo y un estilo ágil que combina varios puntos de vista, da voz a personajes que tienen mucho que contar y logra una atmósfera envolvente que invita a sumergirse en la historia desde el capítulo 1. Casi cada página es un tesoro. Hilada a partir de piezas sueltas que alternan entre pasado y presente, poco a poco va formando un puzzle que se completa al final de manera sorprendente. Se mueve entre libros antiguos y librerías de viejo, secretos y fotografías que distan décadas entre sí con rostros que se repiten y no envejecen. de fondo, un amor casi inmortal que trasciende espacio y tiempo. El protagonista transita por una serie de episodios que se suceden entre los siglos XIX y XX a través de las cartas que una pareja se escribe en diferentes etapas de sus vidas y son testimonio de su amor, tanto como de las virtudes y miserias del ser humano. Recomendado. Pd. Hay un error bastante grave de traducción al principio, en una frase que incluye un "antes/antes" cuando debería ser "después/antes". Y, tal vez me equivoque, pero diría que más adelante se confunde a Tom con Ben en un pasaje. Por lo demás, excelente. |