No se puede mirar a la muerte a los ojos y regresar intacto.
|
No se puede mirar a la muerte a los ojos y regresar intacto.
|
Los libros no se quedan en nosotros, somos nosotros quienes nos quedamos a vivir en ellos.
|
Solo se entiende de verdad a alguien cuando conoces sus heridas.
|
Echar de menos no es otra cosa que el peaje de una felicidad que ya ha partido.
|
Me encanta arreglar personas rotas. Curiosamente, cada vez que lo hacía, acababa hecho pedazos. |
Los recuerdos son el método incansable con que el tiempo nos tortura.
|
El viaje más largo es hacia uno mismo.
|
Quien no ha amado alguna vez a un animal no ha vivido por completo.
|
Cada cual tiene su tiempo, cada corazón se rompe de un modo y cada uno elige el camino para ser feliz.
|
Crecer consiste en saber que los días grises también forman parte del decorado.
|
Una oda de Friedrich Schiller se escucha al final de su última sinfonía cantada por un coro.