- Abuelo, dice papá que no me case, siempre me está diciendo eso. ¿Será verdad que no me voy a casar? ¿Tú que dices? -Claro que te casarás. Pues él dice que yo he nacido para estar libre. - Nunca está uno libro; él que no está atado a algo, no vive. Y tu padre lo sabe. Quiere ser él tu atadura, eso es lo que pasa, pero no lo conseguirá. - Sí lo consigue. Yo lo quiero más que a nadie. - Pero no es eso, Alina. Con él puedes romper, y romperás. Las verdaderas ataduras son las que uno escoge, las que se busca y se pone uno solo, pudiendo no tenerlas. |