Asesino de brujas: Dioses y monstruos

No hay solución para la pena. Solo el tiempo. Puede que el fuego pierda fuerza, sí, pero nunca se apagará del todo.

Hueles como un sueño.

Tal vez sea mujer, tal vez sea dócil y tímida y refinada, como una muñeca bonita, pero he sobrevivido a más cosas en mis dieciocho años que tú y mis padres juntos. No me tomes por un objeto de porcelana. No me tomes por débil.

Vuestras almas están unidas. La magia no puede cambiar eso.

Si no me quiere, si ni siquiera me recuerda, ¿qué sentido tuvo todo esto, Coco?

Nos has dado a todos un lugar, un propósito, cuando no teníamos ninguno. Tú eres la razón de que estemos aquí, Lou. Y me importa un bledo la verdad de las aguas, sí eres mi hermana. No lo olvides nunca.

A ojos del reino, no somos nada.

No debería importarte lo que pensemos nosotras, Célie; ni nadie más, dicho sea de paso. No tires por la borda tu poder de ese modo.

La magia no puede vivir sin un corazón.

Jamás podrías haberlo salvado sin salvarte primero.