Corona de medianoche. Trono de Cristal II

"... algunas cosas se oyen con los oídos. Otras, con el corazón.."

Quiero que sepáis que, en ese mundo de tinieblas que habité a lo largo de los últimos diez años, vos fuisteis una de las luces más brillantes. No dejéis que se extinga esa luz.

Aquel sueño de libertad la impulsaba a continuar porque, aunque solo duró un abrir y cerrar de ojos, fue el parpadeo más exquisito de toda su vida.

Antes era letal, ahora es invencible

—¿Quién ha dicho nada de avergonzarse? —Celaena señaló con un gesto su cuerpo desnudo, cubierto por la manta—. En serio, me sorprende que no andes ya por ahí pavoneándote delante de todo el mundo. Yo lo haría si me hubiera dado un revolcón conmigo.

Tal vez su maravillosa voz fuera capaz de conquistar incluso el corazón de un tirano. Quizá la música y el arte poseyesen su propia magia inherente que los hacía intocables.

No había nada humano en sus ojos, nada remotamente compasivo.

Tú me ayudas a comprender cómo debería de ser el mundo. Lo que el mundo puede llegar a ser.

«Llevo tanto tiempo huyendo que he olvidado lo que significa plantar cara»

Tenía suerte de estar hecha de bronce. Si no, le hubiese partido la cara.