Corona de medianoche. Trono de Cristal II de Sarah J. Maas
—¿Quién ha dicho nada de avergonzarse? —Celaena señaló con un gesto su cuerpo desnudo, cubierto por la manta—. En serio, me sorprende que no andes ya por ahí pavoneándote delante de todo el mundo. Yo lo haría si me hubiera dado un revolcón conmigo.
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