La música que se descubre en las palabras es la medicina con la que se curan el fantasma, la bruja, el vampiro, el diablo, el dragón y otros seres aquejados por males insospechados.
Ernesto Lumbreras escribe un recetario lírico para salvar al ogro, al alma en pena, a la calavera y a otros personajes en peligro de desaparecer del imaginario de los lectores contemporáneos.
Este Santo remedio está formado por poemas llenos de humor.