No puedes hacer que quienes suelan con ver el mundo se detengan en un lugar; ni siquiera si ese lugar tiene tu nombre escrito por todas partes.
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No puedes hacer que quienes suelan con ver el mundo se detengan en un lugar; ni siquiera si ese lugar tiene tu nombre escrito por todas partes.
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no confíes en nadie que lleva una cruz colgada del cuello pero odio instalado en lo profundo de su pecho. -sé de lo que hablo |
a veces la persona en la que juran que nunca van a convertirse es la persona que siempre has tenido enfrente. -una mentira tejida a la perfección |
no hace falta que el amor sea trágico para ser bueno, la verdad es que prefiero mucho más despertarme con la sensación de sus labios posándose sobre mi frente a las cinco treinta cada mañana durante los próximos ochenta y tantos años que conformarme con una eternidad junto a alguien que ni siquiera sabe dónde dejó sus promesas la noche anterior. -que se pudran los cuentos de hadas |
me imagino retrocediendo en el tiempo para contarle a mi yo más joven acerca de este momento, en el que por fin me doy cuenta de que mi vida en verdad continuó sin que tú estuvieras haciendo estragos dentro de sus paredes. lo imagino con todas mis fuerzas, pero sé que ella no creería una sola palabra inútil que yo le dijera.
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mentiría si dijera que no serviste para nada en especial en el libro de mi vida. hay, aunque sea, una buena obra que puedo atribuirte. no fue hasta que me dejaste varada y me di cuenta de que seguía respirando, que supe que podría resistir todo lo que viniera después de ti: incluso la tempestad que sacudió las bisagras de todas las puertas y voló todos los postigos y partió al medio todos los árboles a mi alrededor. ella no era nada comparada contigo. -más fuerte que cualquier tormenta |
tal vez no tenga mucha fe en dios (en realidad sabes que nunca la tuve, y eso siempre te molestó), pero la mera idea de que estés acechando entre las sombras que me rodean me hizo querer llenar todos mis frascos de perfume con agua bendita. -exorcíceme, padre |
dicen que si pones una rana en una olla con agua que hierve poco a poco, se acostumbra tanto a la familiaridad del dolor que yace tranquila allí toda la vida. yo era esa rana, salvo que no necesitaba que me convencieran para entrar a la olla estaba tan desesperada por tener un lugar cálido donde estar y acurrucarme que di el salto sin que tuvieras que pedírmelo. -el ciclo |
tal vez yo no sabía cómo era el amor verdadero antes de que llegaras, pero lo que sí sabía era que no debe sentirse como si me despertara ahogándome con p e d a z o s de mis propios dientes. -¿verdad? |
apoyo la cabeza sobre tu pecho y la canción en tu interior suena como la banda sonora de mi salvación -nunca tuve buen oído para la música |
Marinero en tierra